Preocupación por la reina Letizia: la salud le da un nuevo toque de atención y no puede seguir el ritmo en su último acto oficial
Las imágenes y sus gestos durante un evento militar en la Escuela Naval de Marín este martes no dejan lugar a dudas: doña Letizia vuelve a sufrir fuertes dolores.
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Ha vuelto a ocurrir. Cuando parecía que ya estaba recuperada de sus dolencias, la salud le ha dado un nuevo toque de atención a la reina Letizia, que parece volver a sufrir fuertes dolores y, por ello, se ha visto obligada a saltarse el protocolo durante su última aparición oficial.
Lo cierto es que están siendo días de intensa actividad institucional tanto para la consorte como para el resto de la familia real. En lo que va de julio han presidido varios actos militares, han celebrado los Premios Princesa de Girona y han acompañado a la selección española de fútbol en su victoria de la Eurocopa, entre otros compromisos. Y parece que este ritmo le ha pasado factura a doña Letizia, que este martes ha vuelto a mostrar signos evidentes de que no está al 100%.
Ha ocurrido durante una visita a la Escuela Naval de Marín, la academia militar donde la princesa Leonor continuará su formación a partir del 30 de agosto. Los reyes y su hija mayor se han trasladado hasta allí no solo para conocer el que será el hogar de la heredera durante el próximo curso, sino también para presidir la jura de bandera y la entrega de reales despachos de empleo a los nuevos oficiales de la Armada.
A su llegada todo parecía marchar con normalidad: doña Letizia se ha decantado por un look de básicos (elevado con pendientes especiales) que no quitara ni un ápice de protagonismo a Leonor de Borbón, impecable con su uniforme militar al igual que su padre. Muy sonrientes han saludado a las autoridades y han ocupado su lugar en la tribuna. Pero poco después los gestos de la reina han dejado claro que algo no iba bien.
Los gestos de dolor de la reina Letizia
Como vemos en el vídeo que encabeza este artículo, en un momento de espera la reina Letizia se ha visto obligada a sentarse mientras que don Felipe y Leonor permanecían de pie, tal como correspondía. Una vez en la silla, sus movimientos indican que vuelve a tener un foco de dolor de los pies, una parte del cuerpo que lleva tiempo generándole una gran incomodidad.
La imagen nos recuerda irremediablemente a la que se produjo en abril en Holanda, cuando la consorte tuvo que sentarse durante el tradicional besamanos de la cena de gala debido al dolor generado por la metatarsalgia que padece de forma crónica y el neuroma de Morton que le diagnosticaron hace más de un año. Ambas complicaciones están relacionadas con el uso de ‘stilettos’, motivo por el que en este tiempo doña Letizia y su estilista han ido rebajando la altura de sus tacones hasta llegar a un modelo moderado mucho más confortable.
Metatarsalgia, neuroma de Morton y fractura de la falange
No obstante a ello hay que sumarle la rotura de la falange proximal del dedo corazón del pie derecho, que se fracturó a principios de mayo al darse un golpe contra una mesa en Zarzuela. Según ha trascendido, la reina aguantó varios días con el pie amoratado e hinchado, pero, como el dolor no remitía, le hicieron una radiografía que mostró la mencionada rotura, motivo por el que desde el pasado 6 de mayo comenzó a lucir calzado ‘barefoot’ en todas sus apariciones oficiales.
No ha sido hasta los recientes Premios Princesa de Girona cuando se ha animado a volver al tacón (siempre con diseños de altura sensata y apoyo cómodo); por lo que se había interpretado que su lesión era cosa del pasado y que estaba totalmente recuperada. Ahora estas imágenes tomadas en Marín nos hacen pensar que estábamos equivocados y que la reina todavía no está preparada para volver a sus zapatos de siempre.
Aunque se llegó a especular incluso con la posibilidad de que tuviera que pasar por quirófano debido a su fractura, doña Letizia Ortiz está demostrando que no quiere bajar su ritmo pese a los dolores, algo que ya quedó más que patente en su viaje a Guatemala de principios de junio, cuando no pudo disimular una leve cojera que no le impidió mantener una exigente agenda de trabajo.
Los problemas de salud de la monarquía
Si algo nos está dejando claro este 2024 es que los ‘royals’ también enferman. Con los diagnósticos de cáncer del rey Carlos III, Kate Middleton y Sarah Ferguson, la Casa Real británica es la que más atención mediática ha recibido en los últimos meses, pero no la única que se ha visto afectada últimamente por los problemas de salud de alguno de sus integrantes.
Si hacemos un repaso rápido por las monarquías internacionales, salen a la palestra varios nombres propios, como la emperatriz Masako de Japón, que padece depresión crónica; Mette-Marit de Noruega, aquejada de fibrosis pulmonar desde 2018, y su suegro el rey Harald V de Noruega, que ha pasado dos meses de baja por una complicación respiratoria; o Charlène de Mónaco, quien en 2021 entró al quirófano hasta en tres ocasiones a causa de una infección otorrinolaringológica.
La Casa Real española tampoco se ha librado de estos baches de salud. El rey Felipe acabó el 2023 con una férula en la muñeca izquierda tras lesionarse jugando al pádel; en febrero, la infanta Elena tuvo que llevar una bota ortopédica en el pie izquierdo; y en abril la reina emérita doña Sofía sufrió una infección del tracto urinario que la mantuvo hospitalizada en la clínica Ruber de Madrid durante varios días.
La última en caer en desgracia ha sido la reina Letizia, cuyos dolores de pies han protagonizado titulares incluso en la prensa internacional. Esta semana, como decíamos, la salud de la reina Letizia ha vuelto a generar una gran preocupación entre expertos en realeza y seguidores de su estilo, que esperamos verla recuperada muy pronto.
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