Un experto destapa los dolores que sufre la reina Letizia: esto dice su lenguaje corporal

Las alarmas empezaron a sonar el pasado 17 de abril. La imagen de la reina Letizia sentada durante el besamanos en Holanda se viralizó rápidamente, no sólo por tratarse de una de las pocas veces que la consorte se ha saltado el protocolo en un acto oficial, sino también por el trasfondo que desprendía: si doña Letizia, abanderada de la actitud más regia y solemne de la monarquía, decidía sentarse mientras sus homónimos permanecían en pie en una cita con repercusión internacional, significaba que sus dolores iban a peor.

Las consecuencias de su metatarsalgia y su neuroma de Morton

Los culpables, lamentablemente, no fueron los zapatos de tacón escogidos esa noche, sino las dos dolencias que padece desde hace tiempo en los pies: metatarsalgia y neuroma de Morton, ambas relacionadas con el uso frecuente de los ‘stilettos’ a los que ella se ha encaramado durante años como parte de su “uniforme institucional”. La primera de ellas la padece de forma crónica, mientras que la otra le fue diagnosticada en 2022, poco después de aquella recordada recepción del Día de la Hispanidad en la que la reina se vio obligada a hacer tres descansos para aliviar sus molestias.

A consecuencia de estas dos enfermedades y sus complicaciones, la madre de la princesa Leonor y la infanta Sofía fue rebajando poco a poco la altura de sus tacones de diario hasta llegar en el último tiempo a un modelo moderado mucho más confortable. 

Una fractura accidental

Ahora, además, una nueva lesión le ha obligado a pasarse al calzado ‘barefoot’. En este caso se trata de un problema reversible ya que, según ella misma confesó, se rompió el dedo corazón del pie derecho al darse un golpe contra una mesa del Palacio de Zarzuela. La información que ha trascendido apunta que la reina aguantó varios días con el pie amoratado e hinchado, pero como el dolor no remitía le hicieron una radiografía que mostró una fractura en la falange proximal, motivo por el que desde el pasado 6 de mayo la hemos visto siempre en zapatillas o, como mucho, con unas bailarinas planas.

El dolor de la reina Letizia y su leve cojera

Pese a su lesión, doña Letizia no ha bajado su ritmo de trabajo, algo que podría haberle pasado factura. Lo hemos visto a su llegada a Guatemala, país al que viaja con la Agencia de Cooperación Española y en el que no ha podido disimular una leve cojera al bajar del avión.

No es el único gesto de dolor que ha mostrado en sus últimas apariciones públicas. “Durante el Día de las Fuerzas Armadas, especialmente, su rostro muestra el padecimiento que sufre por la enfermedad”, explica el analista de comunicación y expresión Julio García Gómez en Telecinco. “Estoicamente mantiene el rostro firme y elevada la barbilla. No obstante, donde más podemos apreciar la expresión gestual de la dolencia es en sus ojos. [...] La mirada es ahora más lejana dirigida a un punto no concreto del lugar donde aparece”, señala el experto. Su “rictus de padecimiento” también queda patente en la boca, con unos “labios que cierran más de lo habitual la comisura en señal de tensión”.

Su lenguaje no verbal también refleja microexpresiones de dolor. “Son instantes muy breves con intervalos de unos dos segundos donde pasa del rostro sereno a algo más tensionado por la dolencia del pie”, asegura García Gómez. En su opinión, la reina Letizia “está realizando un esfuerzo especial por saber estar a la altura de las circunstancias con su mejor aspecto facial y corporal”.