La reina Margarita de Dinamarca, hospitalizada a los 84 años tras un accidente doméstico

La reina Margarita de Dinamarca está ingresada en el hospital tras sufrir una caída este miércoles. Así lo ha confirmado hace unas horas la Casa Real danesa, que se ha visto obligada a emitir un comunicado al respecto ya que este contratiempo va a alterar la agenda oficial de los próximos días. 

Según ha trascendido, el accidente de la exmonarca de 84 años se produjo en el castillo de Fredensborg, segunda residencia de la familia, y gracias a su cercanía a la capital del país pudo ser trasladada al Hospital Universitario de Copenhague, donde permanece en observación médica. 

La nota publicada es escueta pero tranquilizadora, puesto que aclara que su estado de salud es bueno. “La reina Margarita fue trasladada ayer por la noche al Rigshospitalet después de caerse en el castillo de Fredensborg. La reina se encuentra bien, dadas las circunstancias, pero está bajo observación”, explicó la jefa de comunicación de la Casa Real.

Pese a que el pasado mes de enero abdicó en su hijo, el ahora rey Federico X, Margarita continúa manteniendo el título de reina y sigue participando activamente en actos oficiales, el último de ellos este mismo miércoles por la mañana, cuando asistió a una conferencia sobre esclerosis múltiple. 

Su inesperado anuncio de que dejaría el trono danés después 52 años llegó durante su tradicional discurso de Fin de Año. Ella, que siempre había defendido que su trabajo era de por vida, apeló a sus problemas de salud de los últimos tiempos para justificar su retirada: a principios de 2023 se sometió a una cirugía por unas complicaciones en la espalda que habían derivado en dificultades de movilidad. La operación salió bien pero la recuperación, como cabe esperar con alguien de su edad, fue larga.

En esta ocasión no se han facilitado detalles de cuándo terminará el ingreso y la reina Margarita podrá volver a Palacio para retomar su agenda, pero por ahora los próximos actos que figuraban en ella han quedado, lógicamente, suspendidos. 

Los problemas de salud de los ‘royals’

Si algo nos está dejando claro este 2024 es que los ‘royals’ también enferman. Con los diagnósticos de cáncer del rey Carlos III, Kate Middleton y Sarah Ferguson y el accidente a caballo de la princesa Ana, la Casa Real británica es la que más atención mediática ha recibido en los últimos meses, pero no la única que se ha visto afectada últimamente por los problemas de salud de alguno de sus integrantes.

Si hacemos un repaso rápido por las monarquías internacionales, salen a la palestra varios nombres propios, como la emperatriz Masako de Japón, que padece depresión crónica; Mette-Marit de Noruega, aquejada de fibrosis pulmonar desde 2018, y su suegro el rey Harald V de Noruega, que pasó dos meses de baja por una complicación respiratoria; o Charlène de Mónaco, quien en 2021 entró al quirófano hasta en tres ocasiones a causa de una infección otorrinolaringológica.

La Casa Real española tampoco se ha librado de estos baches de salud este año. El rey Felipe VI acabó el 2023 con una férula en la muñeca izquierda tras lesionarse jugando al pádel; en febrero, la infanta Elena tuvo que llevar una bota ortopédica en el pie izquierdo; en marzo Miguel Urdangarín sufrió un aparatoso accidente de esquí y tuvo que pasar por quirófano para someterse a una operación de rodilla; y en abril la reina emérita doña Sofía sufrió una infección del tracto urinario que la mantuvo hospitalizada en la clínica Ruber de Madrid durante varios días.

Por su parte, la reina Letizia lleva años arrastrando dolores en los pies a consecuencia de la metatarsalgia y el neuroma de Morton que padece, y en mayo tuvo que sumar una fractura de la falange proximal del dedo corazón del pie derecho tras golpearse por accidente contra una mesa de Zarzuela.