La reina Letizia en Atenas: de su reconciliación con Marie-Chantal a su vuelta a los tacones para despedir a Constantino de Grecia

El último adiós a Constantino de Grecia, el hermano de la reina Sofía que falleció a los 82 años el pasado 10 de enero, nos ha dejado una de las estampas más insólitas de los últimos años: la de la familia real española, casi al completo, unida y haciendo piña para acompañar a la emérita en uno de los momentos más duros de su vida. 

Todos los miembros de la familia Borbón Grecia a excepción de la princesa Leonor y la infanta Sofía se encuentran en Atenas, donde este lunes 16 de enero se celebrará un funeral de carácter público (que no de Estado) en la Catedral de la Anunciación de Santa María para despedir al que fuera el último monarca heleno.

No obstante, los actos relacionados con el sepelio comenzaron este domingo en una cena previa organizada por Ana María de Grecia, esposa del difunto rey, que reunió a buena parte de sus familiares, incluidos el rey Juan Carlos (con bastón y escolta), la reina Sofía, el rey Felipe VI, la reina Letizia, la infanta Elena con sus dos hijos, Victoria Federica y Froilán de Marichalar, y la infanta Cristina con sus cuatro hijos, Pablo, Juan, Miguel e Irene Urdangarín, quien, por cierto, va camino de convertirse en la próxima ‘royal influencer’ de nuestro país. 

La reconciliación de doña Letizia y Marie-Chantal 

Este encuentro nocturno nos ha dejado, además, una fotografía absolutamente inesperada y que se ha viralizado en las últimas horas. Hablamos, por supuesto, de la de la reina Letizia cogida del brazo y de la mano con Marie-Chantal de Grecia. 

Sonrientes y charlando de forma animada, ambas han dejado claro que ya han limado las posibles asperezas que pudo despertar aquel tweet publicado por Marie-Chantal Miller en 2018 tras la escena que doña Letizia y doña Sofía protagonizaron en la misa de Pascua de Palma. “¡Ninguna abuela se merece ese tipo de trato! Ha mostrado su verdadera cara”, escribió la prima política de los Borbón Grecia sobre aquel sonado encontronazo entre suegra y nuera. 

Ahora, casi cinco años después, ambas han puesto fin de esta forma a los rumores sobre una tensa relación entre ellas y, aunque no se sabe cómo ni cuándo se ha fraguado esta reconciliación, todo apunta a que el fuerte vínculo que une a su maridos, don Felipe VI y Pablo de Grecia, ha tenido mucho que ver en ello. 

La unión de los Borbón Grecia

Solo unas horas después, los Borbón han vuelto a dejarse ver juntos en el funeral. Tan solo los reyes Felipe y Letizia han llegado por separado al oficio ya que lo han hecho junto a otros jefes de Estado internacionales; el resto, incluida Irene de Grecia, la hermana y confidente de doña Sofía, han hecho su aparición al mismo tiempo; todos ellos vestidos de riguroso luto.

El luto de doña Letizia y de las monarquías europeas

El mismo ‘dress code’ ha seguido doña Letizia Ortiz, que ha lucido un vestido-abrigo exactamente igual al que llevó a la misa en memoria del duque de Edimburgo en abril del año pasado, pero esta vez de riguroso negro como corresponde a la ocasión. Se dice que detrás de ambas piezas se encuentra el equipo de modistas de Zarzuela que, sin duda, conocen bien sus preferencias.

Con escote tipo blazer y una silueta ceñida a la cintura, la pieza es de corte 'midi' y deja asomar unas medias oscuras que ha rematado subiéndose a unos salones de Prada con tacón de infarto, un gesto que hacía tiempo que no ponía en práctica probablemente debido a sus problemas de pies con la metatarsalgia y el neuroma de Morton o ‘síndrome del stiletto’ que padece de forma crónica. De hecho, para acompañar el féretro hasta el cementerio de Tatoi, donde ya descansan los restos mortales del fallecido, la consorte se ha cambiado de zapatos, optando por unas botas negras de tacón moderado, mucho más cómodas para caminar por el terreno sin asfaltar del camposanto. Allí se ha mostrado muy cercana con la reina Sofía, a quien ha cogido del brazo en diferentes momentos.

Para protegerse del frío ha completado el look con una bufanda y un abrigo sobrio. El bolso negro es de Armani y últimamente le está sacando mucho partido. Sin embargo, quizás lo más interesante de este estilismo sean las joyas. Para empezar por el broche de diamantes con perla gris que ha colocado en la solapa y que pertenece a las joyas del lote de pasar de las reinas españolas (es el mismo que protagonizó un pequeño percance en la Pascua Militar del año pasado, ya que se soltó de su vestido justo antes de que empezara a sonar el himno nacional y fue el propio rey Felipe quien se agachó a recogerlo del suelo).

También llaman la atención sus pendientes de diamantes y oro blanco en forma de lágrima, los mismos que el pasado mes de octubre le prestó a la princesa Leonor en Asturias para las audiencias previas a los Premios que llevan su nombre. Completa el conjunto el anillo que estrenó en la Pascua Militar, de la joyería italiana Caroteno, una pieza que ha causado sensación por los dos mensajes que lleva grabados: a la vista, "Amor che tutto move" (“el amor todo lo mueve”), una cita inspirada en la 'Divina comedia' de Dante; y en el interior "As long I'm existing you will be loved" (“mientras yo exista, tú serás amada”).

A diferencia de lo que ha ocurrido en los últimos eventos similares a los que ha asistido, esta vez la consorte ha prescindido de tocados o accesorios capilares. No es casualidad, sino que se debe a una cuestión de protocolo ya que al no ser un funeral de Estado no resulta obligatorio para los asistentes cubrirse la cabeza; en su caso, coronada por un recogido con forma de flor de lis a modo de homenaje a su familia política.

Al igual que ocurrió en el funeral de Isabel II el pasado mes de septiembre, a los reyes españoles se han unido diferentes representantes de otras monarquías europeas, como Máxima y Guillermo de Holanda, Matilde y Felipe de Bélgica o Alberto de Mónaco, que ha acudido sin su esposa.