Los cambios en el comunicado del divorcio de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín

"De común acuerdo, hemos decidido interrumpir nuestra relación matrimonial. El compromiso con nuestros hijos permanece intacto. Dado que es una decisión de ámbito privado, pedimos el máximo respeto a todos los que nos rodean. Cristina de Borbón e Iñaki Urdangarín". Estas son las palabras con las que, en febrero de 2022, la infanta Cristina y su entonces marido anunciaban su separación.

La noticia llegó apenas unos días después de que la revista Lecturas publicara unas imagenes del que fuera duque de Palma siendo infiel a su todavía esposa con Ainhoa Armentia y ahora, tras más de un año de distanciamiento y tensiones entre ambos, la hija del rey Juan Carlos y la reina Sofía y Urdangarín han decidido firmar el divorcio.

Ha sido mucho tiempo el que la infanta Cristina ha pasado negociando ante las elevadas exigencias del padre de sus cuatro hijos. "Las cláusulas han demorado el proceso por no estar de acuerdo económicamente", apuntaron medios como Monarquía Confidencial con respecto a los problemas de dinero que han tenido para entenderse pese a que ni la custodia ni la manutención de Juan, Pablo, Miguel e Irene no ha sido un problema porqie son mayores de edad.

Sin embargo, parece ser que hace unas semanas por fin alcanzaron un convenio con el que ambos han quedado satisfechos y planean anunciarlo de forma inminente.

Ha sido en Barcelona donde se ha firmado el divorcio hace unos días y es allí desde donde un abogado de confianza de la pareja está preparando el comunicado oficial según fuentes consultadas por Vanitatis para que se haga público antes de final de año. "Puede haber algún cambio de última hora, pero lo que tienen previsto es anunciarlo por vía de comunciado", advierten desde el citado medio.

Las consecuencias del divorcio

Que la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín hayan decidido dar este paso tendrá varias consecuencias para ambos, especialmente para el exjugador de balonmano. El vasco pasará ahora a ser un personaje anónimo, lo que significa que dejará de contar con la protección por parte del Ministerio de Interior y, por tanto, perderá a los escoltas que hasta ahora le han acompañado para proporcionarle seguridad. "Ese ha sido uno de los dolores de cabeza", cuentan las personas allegadas a Urdangarín con las que ha hablado Vanitatis, ya que a comienzos del 2023 hubo un intento por parte del Gobierno de retirárselos y fue el ya exmarido de la infanta el que solicitó que no le dejaran sin ellos hasta que terminara la condena.

El que fuera duque de Palma continuará viviendo en Vitoria, donde se encuentra en busca de trabajo mientras recibe una pensión de aproximadamente 400 euros como antiguo preso y cobra también una prestación económica por parte de su exmujer para así evitar situaciones de penurias.

"No quiere aparecer en los medios, no piensa dar ni una entrevista ni escribir un libro, evidentemente, ni nada parecido, quiere abandonar la vida pública, cerrar la puerta de su pasado para poder seguir con su vida como está haciendo ahora, tranquilo y alejado de los focos”, afirma el testimonio recogido por la citada publicación.

Por su parte, la infanta Cristina mantiene su residencia fijada en Ginebra aunque, a juzgar por el desarrollo de los acontecimientos que le han llevado a quedarse sola allí al tener a toda la familia en España, la hermana del rey Felipe pasa más tiempo en Barcelona que en Suiza, por lo que no se descarta que regrese a nuestro país en un futuro cercano.