El triunfo de una vida

La selección española es campeona del mundo. Su camino, sin embargo, no ha sido nada sencillo. El cuadro que dirige Jorge Vilda tiene una historia de superación colectiva e individual absolutamente increíble.

El triunfo de la selección española de fútbol.

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Desde que hace 13 meses Inglaterra ganara a España en Brighton un maremoto de noticias y situaciones dividieron al grupo. Tras un año entero de declaraciones cruzadas y enfrentamientos, las futbolistas han sido capaces de canalizar todo y terminar por formar un grupo capaz de ganar a cualquiera.

A nivel individual, hay historias que ya hemos contado en Woman y algunas desconocidas. Por ejemplo, las lágrimas de Jenni Hermoso cada vez que llegaba a casa de su abuelo porque no le dejaban jugar. Las lágrimas de Irene Paredes por perder a su padre en la previa del torneo o las lágrimas de Rocío Gálvez cuando falleció su tita.

La selección española de fútbol, campeona del mundo.

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Otras tantas han tenido lesiones que casi les retiran del fútbol. Cata se rompió el ligamento cruzado de la rodilla hace un año. Igual que Eva Navarro. Las dos pasaron momentos muy complicados y terminaron por recibir la gloria. O Salma Paralluelo, que compaginó fútbol y atletismo hasta el año pasado y que ahora ve cómo acertó al apostar por el verde.

Y qué decir de las jugadoras más veteranas de la plantilla, que tuvieron que ver cómo aterrizaban en torneos sin prácticamente medios, cuerpos médicos y cuerpos técnicos. O como vivieron una odisea para presentarse en su primer Mundial.

España es campeona del mundo. Y lo es gracias a todas aquellas 300 jugadoras se pusieron la camiseta de la selección española. Por las que han estado, por las que están y por las que estarán queda para la posteridad esa estrella bordada en el pecho.