¿Un poncho de lentejuelas? En Zara hay uno con el que Rocío Osorno nos ha convencido
Cualquier atisbo de duda ha sido disipado después de comprobar con la influencer lo bien que queda y el juego que puede dar una prenda así en nuestro armario.
Fue a comienzos de la temporada de frío cuando te advertimos de la realidad de que los ponchos y las capas habían ganado muchos puntos en los últimos meses hasta haberse posicionado como una de las tendencias a tener en cuenta. Esta realidad en las prendas de abrigo se ha ido corroborando con el paso del tiempo ya que se han ido creando multitud de modelos diferentes para que pudieran ir adaptándose a nuestro día a día.
Lo mejor de todo es que no se han versionado únicamente como el último eslabón de nuestro look para hacer frente a las bajas temperaturas sino que han aparecido también alternativas tipo cárdigan como la que Paula Echevarría lució hace unas semanas o como una blusa que es de la manera en la que mejor podemos describir el último descubrimiento de Rocío Osorno.
Resulta que la influencer ha fichado en Zara una parte de arriba tipo poncho con escote de pico y manga tres cuartos cuya particularidad no está solo en su forma amplia sino en el montón de lentejuelas en el que está recubierto.
La pieza mezcla pailletes negras, blancas, granates y doradas en un diseño que no puede encajar más con la época del año en la que nos encontramos. Quizá por este motivo es de edición limitada por lo que vas a tener que ser rápida para conseguirlo si no quieres quedarte sin él en alguna de las dos tallas en las que aún está disponible –la L ya está agotada en la tienda online–.
La influencer ha ido a por el destello total al combinarlo con un pantalón ancho repleto de lentejuelas doradas que también es de Zara –¡Menudo lookazo para Nochevieja!– pero piensa en él lucido con una falda negra o hasta con un vaquero, ¿verdad que el resultado es perfectamente adaptable a contextos menos festivos? Puedes incluso llevarlo con un jersey de cuello vuelto o una camisa blanca debajo que verás que el igualmente factible su uso más allá de la Navidad.
En cualquier caso no es más que una manera de demostrar que los ponchos han sabido reinterpretar su innato espíritu folk para poder ser declinados de formas tan sorprendentes como esta que está llamada a arrasar.
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