Desvistiendo el show: cómo celebrar un desfile de lencería en 2024 y que sea un éxito

Sentirse cómoda, poderosa y sexy parece natural después de ver el desfile de Hunkemöller. En una época en la que las mujeres hemos aprendido que la sensualidad tiene más que ver con la autoaceptación y la confianza en una misma que con la mirada ajena, la firma holandesa se ha propuesto liderar el derrumbe de las viejas barreras del mundo de la moda para que todas, independientemente de nuestra silueta, disfrutemos sin prejuicios de la lencería. 

La presentación de su nueva colección con un show inclusivo y empoderador sienta las bases de todo lo que le pedimos a la nueva industria de la lencería: modelos con tallas diversas en las que sentirnos representadas, prendas para todo tipo de cuerpos y ocasiones y, por supuesto, una puesta en escena por todo lo alto para celebrarlo. Lo analizamos al detalle con ayuda de algunas de las protagonistas de la noche.

Las modelos

El monopolio de los ángeles ha llegado a su fin y Hunkemöller puede presumir de ser una de las firmas pioneras en lograrlo. “Cuando empezaron a desfilar mujeres con pecho grande, pequeño, asimétrico, altas, bajas, con estrías, con celulitis, con cicatrices… quería gritar de la emoción”, recuerda la activista ‘body positive’ Marina Llorca, una de las 1.500 personas invitadas al show.

Esta diversidad de cuerpos, tallas y etnias no solo tiene una gran acogida entre el público, sino también entre las propias modelos. Una de ellas ha sido la malagueña Lidia Santos, quien, además, es embajadora de la casa desde hace años. “Es una marca única porque la lencería que hace es para todo tipo de cuerpos, respeta la diversidad y cualquier mujer puede llevarla para sentirse bien y segura”, explica.

Con quince años de trayectoria, Lidia ha vivido en primera persona los cambios de la industria de la moda y su testimonio refleja el fin de la hegemonía de un único de tipo de cuerpo: “Cuando empecé siempre sufría porque tenía que controlar mi peso y mis medidas y nunca eran suficientes. Ahora existe la diversidad, es un alivio no necesitar unas medidas determinadas para poder hacer un trabajo. Ahora disfruto de lo que hago mucho más que antes, soy yo sin preocuparme por mi peso o mis medidas”.

Los diseños

Esta industria lleva años trabajando con la premisa de convertir la lencería en nuestra mejor aliada: que sea cómoda, sí, pero también que nos ayude a sentirnos poderosas y sensuales. Este movimiento, abanderado por marcas como Hunkemöller, se materializa en diseños bonitos y sexys, con un amplio abanico de tallas y que se adaptan y favorecen nuestro cuerpo. Y, por supuesto, que nada tienen que ver con la opinión masculina: es ropa interior hecha por y para nosotras. 

Así lo asegura Patricia Beurskens, directora de diseño de la firma, quien, para crear cada colección, parte de la idea de que “cada mujer es auténtica y diferente y tiene diferentes necesidades: algunos días quieres sentirte sexy, otros prefieres ser más práctica… estas necesidades cambian incluso a lo largo de un mismo día.” Y, como todas deben tener cabida en sus creaciones, una vez ‘aterrizada’ cada pieza, trabaja mano a mano con el equipo técnico para ajustarla a la perfección a los diferentes tipos de cuerpo.

Además, ahora que las tendencias juegan a su favor y la lencería ya no se limita a esconderse bajo la ropa, la experta ha prestado especial atención a la versatilidad de cada diseño: “En este desfile hemos presentado piezas diferentes, creadas con materiales y colores ideales para combinar con las prendas que ya tienes en el armario, lo cual permite pasar de un look de día a uno de noche con facilidad”, nos cuenta en el backstage del evento.

El espectáculo

Más allá de la moda, la puesta en escena se ha convertido en un elemento narrativo más del show. Desde el espacio escogido -el emblemático Gashouder, un reconocible edificio circular que funcionó como contenedor de gas de una antigua fábrica reconvertida ahora en espacio de eventos- hasta la energía de las modelos, pasando por el juego de luces: todos los elementos suman a la hora de crear una auténtica fiesta sobre la pasarela. “Estamos tan acostumbrados a que los desfiles sean ‘aburridos’ que el de Hunkemöller siempre te deja con la boca abierta”, asegura Abril Cols, una de las españolas habituales en la cita. 

A sus 24 años, la creadora de contenido cuenta con una amplísima comunidad de seguidores (4,2 millones en TikTok y 1 millón en Instagram) y valora especialmente que “una marca tan grande hable del amor propio y de que todos los cuerpos son igual de bonitos”. “No ver solamente a chicas normativas puede hacer que muchas niñas que tienen complejos se identifiquen con estas modelos espectaculares, que están luciendo trajes increíbles; les puede subir la autoestima y animarlas a ser la mejor versión de sí mismas”, reflexiona. ¿Su parte favorita? “Los bailes, la música, la sintonía con la nueva colección… te quedas embobada viendo desfilar a todas las modelos con esa actitud superempoderada”. 

Y es que si algo merece una mención aparte son las coreografías ideadas por Malou Linder y ejecutadas por un espectacular y multitudinario cuerpo de baile que, además de lucir las novedades de la marca, abraza la autenticidad y la libertad de expresión en una perfecta fusión de danza y moda. En resumen: un auténtico privilegio disfrutarlo en directo.