Una dependienta de Intimissimi me ha contado su truco para encontrar la talla de sujetador perfecta (y ahora siempre acierto a la primera)

No te lo tomes como algo personal, pero es posible que no estés usando tu talla correcta de sujetador. Tranquila, aunque parezca imposible, a (casi) todas nos pasa. Y es que pese a que probablemente lleves muchos años probando distintos modelos, dar con un diseño que sea cómodo, favorecedor, sujete adecuadamente el pecho y se adapte como un guante a nuestro cuerpo no es una tarea sencilla. 

Por este motivo, recurrir a una profesional del mundo de la lencería es una buena idea no solo para que te ayude a descifrar esa guía de cifras y letras por las que se rigen las tallas de sujetador, sino también para conocer qué tipo de silueta se ajusta mejor a tus necesidades (balconette, push up, triángulos…). Yo, que nunca encontraba un sujetador a mi medida, he hecho este ejercicio de la mano de Intimissimi y te prometo que ha cambiado mi forma de comprar sujetadores. Te lo cuento todo a continuación para que tú también aciertes siempre.

¿Cómo saber cuál es mi talla de sujetador?

Empecemos por dos conceptos muy básicos: el número que aparece en la talla mide el contorno y la letra se refiere a la dimensión de la copa. Y para saber qué número y qué letra debe tener tu sujetador ideal, solo necesitas una cinta métrica y esta maravillosa tabla que esconde todas las respuestas.

Empieza por sujetar la cinta métrica alrededor de la espalda, justo por debajo del pecho, y ciérrala bajo el esternón. Redondea el resultado a la cifra superior más cercana terminada en 0 o en 5 y tendrás el tamaño de tu contorno (80, 85, 90, 95, 100…). 

Un tip de experta en este punto es que no te olvides de respirar. Puede parecer obvio, pero tener en cuenta el movimiento natural de la respiración en nuestro cuerpo es importante para no elegir una medida demasiado pequeña.

Repite el proceso pero ahora colocando la cinta un poco más arriba, de forma que te abrace la espalda y el pecho a la altura del pezón. Sostén la cinta en el centro del seno y vuelve a redondear al número más cercano.

Y aquí viene la magia. Tan solo tienes que restar la medida del contorno de la medida de la copa y, una vez calculada la diferencia entre ambas, buscar qué letra te corresponde en esta tabla:  

• Diferencia entre 5 y 10 centímetros: copa B
• Diferencia entre de 15 centímetros: copa C
• Diferencia entre de 20 centímetros: copa D
• Diferencia entre de 25 centímetros: copa E
• Diferencia entre de 30 centímetros: copa F

Un ejemplo práctico para entenderlo mejor: si la medida de tu contorno es de 85 cm y la de tu copa de 95 cm, la diferencia entre ambas medidas es de 10 cm y, por lo tanto, tu talla ideal es la 85B. ¡Fácil!

¿Qué efecto busco en mi sujetador?

No obstante, la talla no es la única duda que nos puede surgir cuando compramos un sujetador, especialmente si lo hacemos de forma ‘online’ y no podemos probarnos la pieza en este momento. Lo más recomendable es preguntarnos qué efecto queremos conseguir (no le pedimos lo mismo a un sujetador de diario que a uno para un vestido especial) y escoger la configuración de sujetador que mejor se adapte a ello. Aquí van las claves de los principales tipos.

Sujetadores balconette para realzar

Los sujetadores balconette son ideales sobre todo para mujeres que tienen mucho pecho, voluminoso o caído, ya que acentúa el escote natural al tiempo que recoge y realza los senos gracias a sus aros en forma de U. Para llevarlo realmente cómodo, fíjate en que la parte del centro seno del sujetador (es decir, la zona que está entre ambas copas) no se te pegue demasiado al esternón. 

Sujetadores push up para aumentar volumen

Por otra parte tenemos los sujetadores push up, esos que aumentan el volumen del pecho aportando una forma más redondeada. Suelen ser los preferidos de las chicas con poco pecho ya que potencian al máximo el escote, pero lo que quizás no sabes es que un sujetador push up no siempre es sinónimo de relleno: más allá de la típica almohadilla, el efecto volumen se logra gracias a la estructura del aro en forma de C. ¿Lo sabías?

Sujetadores de triángulo, los más cómodos

¿Prefieres un modelo sin aros? La solución suele estar en los sujetadores de triángulos, que además son los que mejor se adaptan a la silueta y pueden ofrecernos una gran versatilidad porque su forma es perfecta para los escotes más pronunciados. En este grupo encontramos los ‘bralettes’ más populares (en los que el pecho queda cubierto tan solo por el encaje o el tejido de la prenda), pero también hay modelos con copa (es decir, con esa pieza que da forma y cobertura al seno) para que no se marque el pezón. Y ojo: al contrario de lo que puedes pensar, son aptos para tallas grandes.

Sujetadores sin tirantes para ocasiones especiales

A veces necesitamos que nuestra lencería se adapte a nuestro look, momento en el que los sujetadores sin tirantes pueden convertirse en la mejor opción si no queremos sumarnos a la tendencia 'braless' de ir sin ropa interior. Es importante tener en cuenta que, al renunciar a la sujeción extra que ofrecen los tirantes, debemos ser especialmente cuidadosas al elegir nuestra talla para que el sujetador no se nos caiga. ¿Lo mejor? Que hay modelos con tirantes de quita y pon multiposición que van genial para esas prendas con escotes imposibles.

Otras complicaciones a la hora de elegir sujetador (y sus soluciones)

Y todavía hay más. Como cada mujer es un mundo, las expertas de Intimissimi se han enfrentado a todo tipo de situaciones en el ‘momento probador’ de sus clientas y, tal como me revelaron en nuestra ‘masterclass’ junto a ClandestineMood, cada problema tiene su solución. Aquí van algunas de las más comunes (que seguro que te suenan de algo):

Problema: “El sujetador se me sube por la espalda”

Solución: Tienes dos opciones: ajustar bien el tamaño de los tirantes o probar con un contorno más pequeño

Problema: “El sujetador hace que el pecho se desborde”

Solución: Prueba con un tamaño de copa más grande o busca otro patrón de sujetador, que cubra más la zona de la copa (en este aspecto, fíjate bien en las ballenas laterales de la pieza, ya que son muy útiles para contenerlo en su sitio).

Problema: “El sujetador se me clava en la piel”

Solución: Empieza por comprobar si la espalda o los tirantes están demasiado ajustados. Sino, prueba con un tamaño más de contorno o contempla la opción de añadir un alargador.