Estas son las dietas más efectivas (y saludables) para mantener el perfecto equilibrio: características y beneficios

Son algunas de las más populares que existen en pleno 2024, y también las más relevantes para mantener una alimentación idónea en todos los aspectos.

Por qué la dieta mediterránea es considerada la mejor del mundo: los motivos para incluirla en tu estilo de vida

Las dietas más efectivas y populares que existen
Las dietas más efectivas y populares que existen / iStock

No siempre que comenzamos una dieta es con el objetivo de bajar peso o ganar músculo, por ejemplo, sino con el simple objetivo de mantener una alimentación equilibrada y saludable y conseguir una buena calidad de vida. No podemos olvidar que esto afecta directamente en el cuidado de la piel, en nuestra propia salud mental o en el día a día.

Los tipos de dietas que tenemos al alcance (según nuestras necesidades)

"Esta conocida forma de alimentarnos en su día impuso un erróneo sistema con una pirámide de base alta en cereales y harina refinadas que por suerte hoy podemos enseñaros una más actual y beneficiosa para el organismo", pero es cierto, que "su esencia es muy beneficiosa para mantener una buena salud inmunitaria, así como una protección cardiovascular y de evitando futuras enfermedades crónicas", apunta la nutricionista Salena Sainz, de Naturae Nutrición. "Un consumo controlado de legumbres, cereales integrales, pescados azules, con mucha verdura y fruta de temporada añadiendo lácteos de calidad como kéfir, yogures y fermentados que nos trabajen la flora intestinal mejorando nuestro sistema inmunitario; así como un aporte de grasa saludable como el aceite de oliva y los frutos secos que actúan como antioxidantes aportan fibra y mejoran los parámetros de enfermedades crónicas, como el síndrome plurimetabólico", señala. Asimismo, para un completo cuidado, debemos recordar la importancia de una buena hidratación y el descanso correcto.

Dieta DASH

¿Has oído hablar de ella? "Nos ayuda a perder peso, pero sobre todo a controlar nuestro equilibrio en pacientes con tendencia a la retención de líquidos", apunta Sainz, que señala que "es un enfoque dietético para controlar el aporte de sal". ¿El objetivo? Disminuir su aporte y sustituirla por especias para dar aroma y sabor. "Se basa en verduras, cereales integrales y fruta de temporada, además, incorporan lácteos desnatados (a ser posible enriquecidos en vitamina D), pescados azules, carnes magras, legumbres y frutos secos", explica la nutricionista, que además resalta "que existen productos con sal oculta por ejemplo, caldos, conservas, quesos curados, embutidos y salsas preparadas" que también debemos olvidar en esta dieta.

Dieta Funcional

"Es una alimentación con vistas a la regulación de enfermedades presentes en la que el alimento actúa para la mejora de esa patología y instalada o evitar posibles futuras enfermedades", señala la nutricionista. ¿Cómo es esto posible y por qué? "Somos conscientes de que la falta de calcio y vitamina D provocan osteoporosis, que la falta de magnesio está involucrada en la debilidad muscular o la depresión y que existen dietas estrictas en la que se evita absolutamente un grupo nutricional, como puede ser carbohidratos, y que provocan a largo plazo la aparición de ciertas enfermedades por alteración hormonal, como hipotiroidismo, enfermedades de patología digestiva, sobre crecimientos bacterianos, así como otras enfermedades relacionadas con las emociones, ansiedad o depresión", explica Salena que añade que en este caso "la alimentación funcional conjuga los alimentos de forma que los micronutrientes no solo sean ingeridos, sino que tengan una buena biodisponibilidad en nuestro organismo, es decir, que se absorban y que cumplan su función".

Dieta antiinflamatoria o 'low carb'

"Después de muchos años trabajando en consulta con pacientes con patología autoinmune crónica, como puede ser la diabetes, el hipotiroidismo, y todas las enfermedades de carácter inflamatorio, como ChroN, SIBO, artritis reumatoide, psoriasis, he descubierto como una alimentación 'low carb' puede actuar en conjunto con los nutrientes adecuados y evitando picos de glucemia, disminuyendo la inflamación crónica de bajo grado", apunta Sainz. Este tipo de alimentación "se basa en la ingesta de bajos carbohidratos refinados, intercambiados por aquellos que vienen de las verduras con bajo índice glucémico, añadiendo además una proteína de alta calidad biológica junto con grasas saludables". Aquí interviene no solo la composición de los alimentos, sino además el orden de los mismos en la ingesta y las técnicas de cocinado que se aplican a estos alimentos. "Con un adecuado uso de los mismos podemos mejorar todas aquellas patologías que causan inflamación y además es posible aplicar esta forma de comer a aquellas personas que están sanas para evitar todos los efectos que nos llegan de la nueva forma de vivir y alimentarnos que promueve la formación de radicales libres y nos conllevan a patología cada vez más frecuentes como puede ser el cáncer", apunta.

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