La rutina más potente para reducir la flacidez de brazos y falta de forma de hombros

A unos días de la entrada oficial del verano, llegan también las mangas cortas y los tirantes. Y entonces, nos acordamos de todos esos días en los que hemos dejado para el día siguiente lo de ponerse en forma. Y nos lo recuerdan, por ejemplo, nuestros brazos. Especialmente, la zona de los tríceps, que tanto nos saca de quicio cuando se vuelve flácida. 

Esa falta de forma en brazos y hombros ya tiene incluso nombre propio, “alas de murciélago”. Pero afortunadamente, hay formas de tonificar estas áreas y sentirse más cómoda con los tirantes y las mangas cortas. Si ya vas tarde, apunta esta rutina potente y eficaz, cortesía de los expertos de David Lloyd Clubs.

La flacidez: ¿por qué se produce? 

La flacidez de los brazos, especialmente en la zona inferior y posterior, es el resultado de varios factores. No sólo dejar el ejercicio a un lado, sino también por otros motivos como el envejecimiento, una alimentación inadecuada, el sedentarismo e incluso la misma genética. ¿Cómo saber si tienes “alas de murciélago"? Fíjate al levantar los brazos en paralelo al suelo: es fácil notar este tejido suelto que puede recordar, de ahí su nombre, a esas alas…

Para abordar la flacidez de manera efectiva, es esencial un enfocarlo de forma global. Es decir, combinar ejercicio físico, una dieta equilibrada y cuidados estéticos que pueden ayudar con la firmeza de la dermis. Pero aunque los tratamientos como la mesoterapia y la radiofrecuencia son una gran ayuda, no son la clave… y aquí es donde entra en juego el ejercicio.

Rutina de tonificación para brazos y hombros

La clave para tonificar los brazos y los hombros según los expertos es una rutina que combine ejercicios de fuerza, cardiovasculares y de flexibilidad. Aquí tienes un buen programa para empezar a trabajarlos.

Elevaciones laterales y frontales

Con mancuernas, levanta los brazos lateral y frontalmente hasta que estén paralelos al suelo. Procura mantener los hombros separados de las orejas y espalda recta.

Curl de bíceps

Con una mancuerna en cada mano, flexiona los codos levantando las pesas hacia los hombros. Procura que los codos estén bien pegados a los costados.

Extensión de tríceps

Con una mancuerna, extiende los brazos hacia atrás y vuelve a la posición inicial.

Press de hombros

Levanta las mancuernas haciendo fuerza desde los hombros hasta extender los brazos completamente por encima de la cabeza.

Pájaro

Inclínate hacia adelante, procurando mantener la espalda recta y bien alineada, con una mancuerna en cada mano y eleva los brazos hacia los lados.

Excelentes para complementar la rutina de fuerza y quemar calorías:

Saltar a la comba: ideal para aumentar la frecuencia cardíaca y para la quema de calorías.

Correr o andar rápido: mantiene el metabolismo activo y ayuda en la reducción de grasa general.

Estiramientos de brazos y hombros

Dedica al menos 10 minutos al final de cada rutina para estirar los músculos trabajados. Esto ayudará a mejorar la flexibilidad y la recuperación muscular.

Además de la rutina de ejercicios, es importante aumentar la actividad física diaria resultante de tu día a día, también conocido como NEAT (“non-exercise activity thermogenesis"). Es el gasto energético que se produce de todas las acciones diarias, más o menos rutinarias, que no se consideran deportivas pero sí requieren un esfuerzo físico. Por ejemplo, caminar, usar las escaleras en vez del ascensor, jugar y bailar con los niños en casa, hacer las tareas de la casa… Busca oportunidades para moverte más a lo largo del día. Esto no solo también ayuda a tonificar brazos y hombros, sino que también son pequeñas mejoras de salud en general.

Y a modo de recordatorio, conviene volver a tener en cuenta que además del ejercicio, todo debe ir unido: una alimentación saludable donde primen las proteínas, los vegetales y las frutas, ricos en nutrientes; un buen descanso, para asegurar la recuperación muscular y una buena gestión del estrés. Aunque eso, es otro tema…

Así que no sufras por las prisas, porque si lo abordas de forma global, los resultados llegarán antes y serán mucho más satisfactorios, porque nunca es tarde para ponerse en forma o al menos… para intentarlo.