¡Atenta! Los mejores trucos para conseguir una piel iluminada y radiante
Te desvelamos las claves para lograr ese acabado jugoso y luminoso que tanto favorece.
No hace mucho, el maquillaje buscaba matificar la piel al máximo. Abusábamos de los productos en polvo y tendíamos a resecar en exceso nuestro ‘look’ con tal de que no hubiera ni un sólo brillo. Sin embargo, en el mundo de las tendencias ‘beauty’, todo va por rachas y el llamado (y ansiado) efecto ‘glow’ llegó a nuestras vidas con el firme propósito de sacar a relucir nuestra belleza más natural. Para conseguir ese acabado luminoso, sólo necesitas seguir estos sencillos trucos. Eso sí, te avanzamos que, en este caso, lo mejor es que optes por productos en crema o en gel, que te facilitarán mucho más la tarea.
La piel siempre es lo más importante
Preparar nuestro rostro es fundamental para lograr el resultado deseado, ya que, en este ‘look’ la luminosidad parece partir, directamente, desde nuestra piel. Por eso, es fundamental seguir una rutina de cuidado facial que pase por una buena limpieza y, tras ésta, aplicar como mínimo una serie de cuidados básicos que incluyan un sérum adaptado a nuestras necesidades, crema hidratante, contorno de ojos y un bálsamo de labios.
Elige un ‘primer’ específico
Hoy en día, tenemos a nuestra disposición multitud de prebases especialmente ideadas para potenciar la luminosidad de nuestro rostro. Además, al utilizarlas conseguirás que tu maquillaje dure intacto más tiempo.
Apuesta por bases ligeras
Huye de aquellas bases de maquillaje con una cobertura alta y efecto mate. En su lugar, opta por productos hidratantes y fluidos, con un alto contenido en agua en su formulación, que perfeccionen el tono pero sin cubrir la piel en exceso para evitar el ‘efecto máscara’.
La gran estrella: el iluminador
Evidentemente, en este ‘look’ no podía faltar un ‘extra’ de ‘highlighter’. ¿Cómo utilizarlo? El truco está en aplicarlo en todas aquellas zonas en las que la luz incide de manera natural y, por tanto, se quieren resaltar. Nos referimos a la parte alta del pómulo, el arco de la ceja, el lagrimal, el arco de cupido, el centro de la frente y la nariz. En este último caso, lo dividirás en dos partes: pon un poco en el puente y otro poquito en la punta. Eso sí, te recomendamos que apuestes por uno que no abuse del ‘glitter’ para que el resultado sea lo más natural posible.
¿El broche de oro? Un ‘spray’ fijador
Debes utilizarlo una vez termines tu maquillaje, ya que su misión es hacer que todos los productos se asienten correctamente y, de esta forma, se mantengan intactos durante más tiempo. Al igual que ocurre con las prebases, encontramos propuestas adaptadas a los distintos tipos de piel y a diferentes necesidades. En este caso, lo mejor es elegir uno con propiedades hidratantes que, a la vez, revitalice la piel.
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