Famosas sin maquillaje en redes sociales o la oda a la belleza real que recibe millones de aplausos

Frente al abuso de los filtros de Instagram, que ha generado tanto rechazo en los últimos años -llevando a rostros como Kylie Jenner o Kim Kardashian a justificarse por ello ante la oleada de críticas-, cada vez es mayor el número de famosas que aprovechan esta plataforma para mostrarse al natural ante sus seguidores. Sin retoques ni maquillaje, a cara totalmente lavada con el firme objetivo de reflejar que al igual que quienes están detrás de la pantalla, el tiempo también pasa por ellas y como es habitual en su rostro podemos encontrar frecuentes imperfecciones, ya sean manchas, cicatrices o patas de gallo.

Y es que, frente al glamour y la sofisticación que muestran en la alfombra roja, y que genera tantos aplausos entre sus seguidores, hay famosas que también aplauden la belleza real y la naturalidad y no tienen miedo a dar un golpe en la mesa y mostrarse tal y como son ante el público. Siempre barajando la posibilidad de que los llamados 'haters' salgan en escena y les critiquen por ello. Aunque en su mayoría, los comentarios que reúnen este tipo de publicaciones son positivos y es que la sociedad, en pleno 2024, sigue reclamando más naturalidad con el objetivo de que lo que se ve en este tipo de plataformas, en la que se encuentran perfiles muy jóvenes, no generen más miedos ni inseguridades entre el público. Y es que, las comparaciones con lo que vemos en este tipo de cuentas son prácticamente inevitables, por lo que merece la pena destacar que no hay nada más bonito que sentirse identificada con tus ídolos y olvidarse de prejuicios.

De Jennifer López a Salma Hayek, Eva Longoria, Zendaya, Cindy Crawford, Selena Gómez o Margot Robbie a nivel internacional, Hiba Abouk, Úrsula Corberó, Rosalía o Cristina Pedroche dentro de nuestras fronteras. La lista de iconos que han decidido dejar de lado los filtros en redes sociales como Instagram y se atreven a mostrar su piel sin trampa ni cartón (ni brocha) no deja de crecer, lo que supone el verdadero reflejo del cambio notorio de la sociedad y de una industria tan estereotipada como es la de la moda.

Famosas sin maquillaje de más de 50 que posan sin maquillaje sin miedo

Y la mejor noticia es que este tipo de comportamientos a favor de la belleza real no tiene límite de edad, es decir, de la misma forma que como podemos ver a rostros como Hailey Bieber dejar ver la firmeza de su piel sin gota de maquillaje a sus 27 años, también podemos verlo en rostros como Kim Basinger, de 70 años, o Elle MacPherson, que recién supera los 58. Ejemplos notorios que han decidido utilizar su impacto en la sociedad para reivindicar la importancia de cuidarse, realizar ejercicio, seguir una dieta saludable y mimar la piel para que el paso de los años no sea un problema, sino que puedan sentirse a gusto con su cuerpo y su rostro y no tengan miedo de mostrarlo ante los ojos de todo el planeta, con flacidez, arrugas e imperfecciones, defendiendo la belleza natural y real.

Y que ellas –mujeres influyentes para varias generaciones– lo hagan siempre es una buena noticia en una industria muchas veces criticada por defender un canon de belleza difícil de alcanzar o por relegar a un segundo plano a las mujeres una vez que cumplen los 50 años.

El ejemplo más notorio del último año podría ser el de Pamela Anderson, que hace algunos meses confesaba que había decidido no volver a maquillarse después del fallecimiento de la que fuera durante años su 'make up artist' de confianza. "Ella era la mejor. Y desde entonces sentí que, sin Alexis, era mejor para mí no usar maquillaje", revelaba públicamente. Una decisión que ha plasmado en redes sociales, levantado múltiples reacciones de orgullo por parte del público, pero también en la Semana de la Moda y en citas de gran envergadura como la reciente celebración de los Fashion Awards 2023, demostrando que va muy en serio y que lejos de lo que podríamos imaginar, como ella misma afirmaba, esta decisión de mostrar sus arrugas, pecas y signos de envejecimiento es algo que le hace sentir empoderada. Un gesto reivindicativo y una muestra de autoaceptación en el contexto de una sociedad que busca constantemente la perfección.