Por qué juzgamos a las mujeres que se divorcian varias veces (y cómo quitarse el peso de un historial amoroso complicado)

La actriz Drew Barrymore se destaca estos días como presentadora de uno de los programas más populares de la televisión estadounidense, 'The Drew Barrymore Show'. Además de entrevistar a celebridades de toda clase, la intérprete de 49 años no tiene reparo en compartir públicamente sus reflexiones y opiniones sobre el amplio abanico de temas que se tratan en sus tertulias.

El último de esos asuntos va ligado al divorcio y, en concreto, a los efectos sociales que lleva aparejados para las mujeres. La afamada artista y su invitada de ese día, Marie Osmond, charlaban animadamente sobre el último videoclip de la cantante Jennifer Lopez, 'Can't Get Enough', en el que la diva del Bronx aborda en tono jocoso el hecho de haber pasado hasta cuatro veces por el altar.

Los 3 matrimonios de Drew Barrymore

Drew Barrymore ha estado casada tres veces y ninguno de sus matrimonios superó la barrera de los cinco años. A su boda con Jeremy Thomas, en 1994, le siguió un sorprendente divorcio sólo un año después. Entre 2001 y 2002, compartió su vida con Tom Green. Y cuando por fin parecía haber encontrado la estabilidad sentimental, tras su boda en 2012 con Will Kopelman, padre de sus hijas Frankie y Olive, la pareja anunció en 2016 el fin de su matrimonio.

La estrella de cine ha reconocido que, durante mucho tiempo, se sentía "avergonzada" de su azaroso historial amoroso, entre otras razones porque la prensa amarilla no tardaba en atribuir a Barrymore buena parte de la responsabilidad en sus desengaños. "Pero por alguna razón, hubo un momento en que pasó algo y me dije: 'No estoy dispuesta a seguir sintiéndome así'. Y es como si ese peso desapareciera", ha señalado.

Ahora que se ha sacudido del todo sus inseguridades, la artista habla con orgullo de sus divorcios como una fuente de "liberación", que la llevó a recuperar un "tiempo precioso" para dirigir su vida en sus propios términos. "Cuando verdaderamente estás en una situación que no funciona de manera óptima, hay que aceptarlo y mejorar nuestra calidad de vida mirando hacia adelante. No me avergüenza ser una mujer divorciada, me siento totalmente liberada", sentencia.