Todas las versiones de la tendencia ‘no pants’ (o salir en bragas a la calle) que ya llevan Chiara Ferragni, Rosalía, Kendall Jenner…

Las pasarelas, el ‘street style’ y los perfiles de Instagram de las ‘it girls’ que marcan el pulso de la moda están de acuerdo: los looks ‘no pants’ están de plena actualidad. La tendencia, también conocida como ‘pant-less’, se resume en pasar de pantalones y faldas para dejar a la vista ‘culottes’, braguitas y tangas. Y, aunque empezó como una corriente nicho reservada solo a las más atrevidas, la propuesta ya ha comenzado a democratizarse por obra y gracia de Zendaya, RosalíaAitana, Chiara Ferragni, Bella Hadid, Kendall Jenner o Emily Ratajkowski, por lo que es hora de estudiar y, quizás, adaptar este tipo de looks extravagantes, arriesgados e innegablemente ‘cool’.

Como muchas otras tendencias de este 2023, el auge del ‘no pants’ se debe al carácter cíclico de la industria, que lleva varias temporadas obsesionada con la estética Y2K o, lo que es lo mismo, todo lo que ya llevamos en los años 2000. Pantalones de talle bajo, micro minifaldas, ‘tank tops’... las piezas y estilos rescatados de aquella época se suceden sin descanso en las calles, en las redes sociales y sobre las pasarelas; y, como no podía ser de otra forma, llevar la lencería a la vista se ha sumado también a esta oleada de regresos inesperados (y, a veces, indeseados).

Lucir bralette es, probablemente, la versión más light de esta tendencia, a la que también le debemos el nuevo éxito de los corsés y la idea de sacar a la luz la cinturilla de la ropa interior o las tiras del tanga (una apuesta controvertida y desafiante que se materializa en prendas como el ‘thong dress’ o “vestido tanga” que en los últimos tiempos han llevado de Dua Lipa a Kim Kardashian o Beyoncé). La última vuelta de tuerca de este empeño por poner la lencería en primer plano llega con los estilismos ‘no pants’, presentes en los desfiles de Gucci, Bottega Veneta, Miu Miu, Dior o Coperni y con muchas más posibilidades de las que imaginas. 

Una de las fórmulas más repetidas y sofisticadas pasa por jugar con las transparencias, dejando asomar las braguitas bajo vestidos o faldas de red o tul, aunque también hay quien se anima a mostrar su lencería (y hasta a cambiarla por bóxers de aire masculino) sin más prendas por encima que una cazadora y unas botas. 

Un efecto similar pero más recatado se consigue con jerséis, gabardinas o americanas ‘oversize’ que tapan más allá de la cadera y funcionan casi a modo de vestidos mini para rebajar el nivel de descaro del ‘outfit’. 

Y otra de las declinaciones más interesantes, sobre todo para los meses más fríos, se basa en llevar unas medias negras bajo bodys, bragas o micro shorts a tono, lo que disimula al máximo el hecho de no llevar pantalones al tiempo que crea un efecto visual de piernas más largas. 

¿Estás preparada para probar la tendencia?