El mensaje oculto del look de la infanta Sofía con el que ha querido apoyar a su hermana en el día más importante de su carrera militar

Esta mañana la princesa Leonor ha vuelto a la Academia Militar de Zaragoza para protagonizar un acto oficial muy importante junto a su padre: el nombramiento como dama alférez cadete del Ejercito de Tierra y así como la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco. Se trataba de una ocasión muy especial para la princesa, y por eso no han dudado en acompañarle también su madre, que apostó por un vestido de Maje como atuendo y su hermana, la infanta Sofía.

Para este acto, la infanta ha optado por un vestido de color blanco con estampado de rayas en negro, con cuello cerrado, manga corta y corte 'midi' con bajo asimétrico de Hugo Boss. No es la primera vez que la vemos luciendo esta prenda, pues la estrenó hace dos años, en en la audiencia de los Premios Princesa de Asturias, en el Salón Covadonga del histórico Hotel de la Reconquista.

Tampoco ha habido estreno en lo que a zapatos se refiere, pues la hija menor de los reyes ha rescatado de su armario las bailarinas destalonadas de ante negro con elástico de napa en la parte trasera y en el empeine, de la firma LMDI Collection, que ya lució el día en el que la princesa Leonor juró la Constitución al cumplir su mayoría de edad.

Precisamente la elección de esta pieza no ha sido al azar, y ha querido expresar a través de ella el apoyo incondicional a su hermana, la princesa de Asturias. ¿Cómo? Llevando en sus pies unos zapatos cuyo modelo recibe el nombre de Naranco, que forman parte de la colección otoño-invierno 2023/2024, y que se crearon como homenaje a la ciudad de Oviedo, en la que su hermana representa cada año su papel institucional más importante.

En cuanto a su peinado, ha mantenido su estilo sencillo y relajado con este semirecogido con trenzas que combinaba a la perfección con el resto del look.

La prensa extranjera opina sobre la infanta Sofía

Cada aparición pública de la familia real es analizada con lupa y captan la atención, no solo de la prensa española, sino también de los medios internacionales, que no tardan en emitir sus juicios sobre el estilo, comportamiento y el futuro de los reyes de España y sus dos hijas. Es cierto que tanto la princesa Leonor como la infanta Sofía han estado bajo el foco mediático desde una edad muy temprana, y, a medida que crecen, sus roles y su influencia pública también evolucionan. Ambas han comenzado a asumir más responsabilidades oficiales, lo que ha incrementado el escrutinio sobre ellas.

Una de esas ocasiones fue durante el X aniversario de la proclamación del rey Felipe VI, celebrado el pasado 19 de junio, y que nos dejó numerosas imágenes y momentos para la historia. Sin embargo, ninguno tan viral y enternecedor como el discurso sorpresa que la princesa Leonor y la infanta Sofía pronunciaron durante el almuerzo ofrecido en el Palacio Real. Un detalle que no pasó desapercibido para nadie y que ha traspasado nuestras fronteras, convirtiéndose en el foco de atención de muchos medios internacionales que han alabado la naturalidad y profesionalidad, no solo de la heredera al trono, sino también de su propia hermana.

Es el caso de la revista francesa Point de Vue, que dedica un artículo a los 10 años de reinado de Felipe VI, y se muestra sorprendida por lo que ocurrió ese día. Destaca cómo en el salón del Palacio Real de Madrid, los invitados se sorprenden al ver salir a toda prisa a la princesa Leonor y a la infanta Sofía y cómo su padre, a la vista de su sonrisa, daba a entender que le estaban dando una sorpresa.

Detrás de la reina Letizia, un micrófono apareció como por arte de magia, y llamó la atención que fuese Sofía la que comenzase el discurso que escribió con su hermana Leonor. "Mamá, papá, majestades; perdón por colarnos, pero también nosotras tenemos algo que decir", comenzaron a decir las jóvenes antes de leer, por turnos y desde la pantalla de su teléfono móvil, unas emotivas frases de admiración dirigidas al jefe de Estado y la consorte. Las hijas de los reyes dejaron claro que sabían la importancia que tenía ese día y ese momento y no quisieron fallar en su cometido. Y, desde luego, no lo hicieron.