Eurovisión 2023: Blanca Paloma se desploma en las apuestas tras su actuación

La emoción de la actuación de Blanca Paloma y su 'Eaea', que hasta su directo en Eurovisión había alternado los puestos cuarto, quinto y sexto en las quinielas con una ejecución sobresaliente, no parece haber convencido a los 'apostadores'. La propuesta española, cuyo orden de actuación era el octavo, ha experimentado un bajón de varios puestos pocos minutos después de pisar el escenario del festival de Liverpool, hasta llegar al décimo.

Su turno llegaba tras las apariciones sobresalientes (más brillantes que en las semifinales) de países como Austria, Portugal o Francia (increíble la falda-montaña de la gala, La Zarra, desde cuya cumbre cantó 'Evidemment').

Por su parte, la sueca Loreen, la gran favorita que había coronado las estadísticas desde tiempos inmemoriales y que actuó inmediatamente tras España, se mantuvo, inmutable, en el primer puesto de las apuestas. Asimismo Finlandia, un 'Agoney' vigoroso y favorito en la 1ª semifinal que protagonizó un interesante juego de sombras con lengua afilada, contuvo su puesto segundo. En cuanto a Israel, emprendió una subida desenfrenada poco después de que su representante, Noa Kirel, la apodada 'Chanel Terrero israelí', emprendiera un 'dancebreak' fabuloso.

No fue lo mismo para España, que descendió al puesto noveno mientras países como Reino Unido, Italia o Noruega la adelantaban.

Aunque algunos eurofans que habían apuntado a que la propuesta de Blanca Paloma, un torrente flamenco con guiños de electrónica, no sería entendido en Europa, la impecable actuación de la alicantina y su calidad vocal, que había logrado el 'sorpasso' y vencer a Agoney, el favorito, en el Benidorm Fest, ponía las expectativas muy altas. Sin embargo, las actuales apuestas no le auguran un final tan optimista. Nosotras, sin embargo, seguimos creyendo y apostando por el #palomazo.

El festival de Eurovisión comenzaba este sábado, 13 de mayo, con muchas sorpresas. Por ejemplo, una intro con Kate Middleton al piano. ¿Qué más nos deparará?