El suspenso que cambia por completo los planes de verano de Irene Urdangarin

Desde que la hija de la infanta Cristina decidía tomarse un año sabático, la integrante de la Familia Real que se encontraba más alejada de los ojos mediáticos ha comenzado a estar en el punto de mira de los medios de comunicación por diferentes motivos.

Irene se ha convertido, últimamente, en objeto de interés después de convertirse en la pareja de Juan Urquijo tras la boda de Almeida, aunque su experiencia como voluntaria en Camboya también ha resonado en la prensa.

En septiembre del año pasado, salía a la luz la decisión que tomaba la pequeña del matrimonio formado por la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin de hacer un parón en su vida como estudiante. Ahora ese periodo de descanso está llegando a su fin, y hace unos meses ya supimos que Irene pretende seguir formándose en el ámbito académico y que ya ha elegido cuál es la carrera que quiere estudiar.

En concreto, su idea es estudiar hostelería y organización de eventos en la escuela de hospitality más prestigiosa del mundo: l'École Hôtelière de Lausanne, en Suiza. Sin embargo, y según afirman en 'LOC', también tiene plaza reservada en varias universidades de Reino Unido, donde viven sus hermanos mayores Miguel y Juan.

Un suspenso trunca sus planes veraniegos

Pero parece ser que Irene ha empezado el verano con malas noticias. Y es que, aunque el pasado diciembre conseguía pasar el examen teórico de conducir, todavía tenía pendiente el examen práctico para poder adquirir el carnet de coche, algo que por lo que sabemos va a tener que esperar a septiembre.

Segun cuenta la revista 'Semana', Irene Urdangarin ya se habría presentado al examen práctico del carnet de conducir para demostrar sus habilidades adquiridas mediante las clases de conducción. Para ello, se dirigió al Centro de Exámenes de la DGT en Móstoles, Madrid, donde mostró los nervios típicos de este tipo de pruebas. Sin embargo, según informa ‘Informalia’, no tuvo suerte y suspendió el examen.

Este revés por tanto, podría acabar con sus planes veraniegos, porque no solo está obligada a volver a presentarse de nuevo antes de poner rumbo a Londres para estudiar, sino que además, en los viajes que haga con Juan Urquijo en estos meses no va a poder conducir, algo que sin duda tendría en mente para ir cogiendo práctica antes de mudarse a un país en el que se conduce por el lado contrario de la carretera.