Así ha cambiado la vida sentimental de los hijos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina los últimos meses

Tras años en los que no se hablaba casi nada de ellos, de un tiempo a esta parte las noticias sobre los cuatro hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin son cada vez más habituales. El hecho de que hayan crecido y su vida sea más pública les convierte en el objetivo de los medios de comunicación, deseosos de conocer detalles, sobre todo personales de Juan, Pablo, Miguel e Irene. 

A pesar de que los cuatro están ya desarrollando sus propias trayectorias, tratan de mantener la misma discreción que siempre les ha caracterizado, motivada, en cierto modo, por la educación que les han dado sus padres así como los problemas que han tenido que lidiar desde pequeños, especialmente el divorcio entre la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Tal y como publicó la revista Hola! hace unos meses, Juan, Pablo, Miguel e Irene son una piña y derrochan complicidad en cada gesto. Se ven con bastante frecuencia en Madrid, Barcelona o Ginebra, según su disponibilidad, aunque sus encuentros no suelen trascender a la prensa. Suelen evitar las redes sociales para proteger su intimidad, pero, en cambio, comparten un grupo de WhatsApp en el que los cuatro se mantienen al día, se apoyan en los momentos malos y comparten los buenos. Pero, ¿qué se sabe de su vida sentimental?

La vida sentimental de los hijos de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina

• Juan Valentín

El primogénito de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina sigue llevando una vida relativamente privada. Estudió en la École Internationale de Genève, en Suiza, y luego se trasladó a Londres para continuar sus estudios universitarios. Desde hace años trabaja en la empresa Extreme E, una compañía fundada por Alejandro Agag, el yerno de José María Aznar y Ana Botella, cuya misión es incentivar el uso de los nuevos coches eléctricos. 

Hasta ahora, no se han conocido detalles significativos sobre su vida sentimental ya que Juan Valentín ha mantenido un perfil bajo, evitando el escrutinio público que a menudo acompaña a los miembros de la familia real.

• Pablo Nicolás

El segundo hijo de los Urdangarin se ha convertido en uno de los más mediáticos de los cuatro. Tras haber sido jugador del Barça, su nuevo club es el Fraikin Granollers. En un ámbito más personal, Pablo sale con Johana Zott, de 22 años, a la que conoció durante su etapa en el Liceo francés de Barcelona, y ya ha coincidido con la infanta Cristina en algún encuentro deportivo.

Johana es jugadora de voley en la categoría senior B del equipo Esplugues de Llobregat e hija de una médico y un profesor de una prestigiosa escuela de negocios de la Ciudad Condal.

• Miguel

Vanitatis publicó hace unos días que el tercer hijo de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin tiene pareja desde hace unos meses. Cuando se instaló en el Palacio de la Zarzuela para vivir con su abuela, la reina Sofía, y su hermana, Irene, Miguel empezó su vida social capitalina.

La joven Olympia es una estudiante venezolana cuyos padres tienen residencia en Suiza y que ahora está en Madrid ampliando su formación. Aunque la historia entre ellos se remonta a sus días en la escuela de Ginebra, donde forjaron una amistad que ha perdurado a lo largo de los años. 

•  Irene

La más mediática de los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. Su romance con Juan Urquijo, el hermano de la mujer de José Luis Martínez Almeida, saltó a la luz el pasado mes de abril, cuando les fotografiaron paseando muy acaramelados por las calles de Madrid. Lo cierto es que los jóvenes se conocen desde que eran unos niños, pero la mudanza de los Urdangarin a Ginebra lo cambió todo. 

Algunos medios hablan de que este fin de semana se podría producir la presentación oficial. El motivo es la boda de Verónica Urquijo y Roberto Truque Salto en Soria, un enlace que reunirá a buena parte de la aristocracia de nuestro país y al que, seguramente, acudan Irene Urdangarin con la familia de su novio, Juan Urquijo. 

Aunque sus vidas son muy diferentes, todos coinciden en que quieren permanecer al margen del foco mediático, algo complicado teniendo en cuenta que pertenecen a la familia del rey.