Las emotivas palabras del rey Carlos III en su vuelta al trabajo presencial tras el diagnóstico de cáncer

Siguiendo las recomendaciones de sus médicos, el rey Carlos III, diagnosticado de cáncer a sus 75 años, ha tenido que bajar el ritmo en las últimas semanas. El monarca británico se ha apoyado más que nunca en su familia -principalmente en el príncipe William y la reina Camilla, que han asumido parte de sus deberes institucionales- y, aunque ha continuado trabajando desde casa, ha reducido al mínimo sus citas oficiales presenciales. Las pocas veces que se le ha podido ver en público ha sido asistiendo junto a su esposa a la misa dominical de Sandringham, la residencia de campo en la que está pasando la mayor parte del tiempo cuando no tiene que regresar a Londres para recibir su tratamiento. 

En este contexto, ha sido toda una sorpresa que Carlos III decidiera retomar su habitual recepción semanal con el primer ministro británico, Rishi Sunak, a quien ha recibido este miércoles en el palacio de Buckingham después de varias sesiones telemáticas.

De buen humor y muy agradecido

En esta primera reunión cara a cara desde que se anunciara su estado de salud, el monarca se ha mostrado tranquilo, sonriente y de buen humor. Tanto es así que el jefe del Gobierno le ha comentado que tenía muy buen aspecto y él ha respondido bromeando: “Es un truco de ilusionismo, ¿sabes?”. Además, ha lamentado que sus últimas conversaciones hayan tenido que ser telefónicas: “Ha pasado un tiempo, me temo”, ha expresado al saludar a Sunak.

En ese tiempo al que hace alusión, la Familia Real Británica se ha enfrentado a momentos muy duros, con las enfermedades casi simultáneas del rey Carlos y Kate Middleton, de quien sigue sin trascender demasiada información. Mientras tanto el país se ha volcado con ellos y las muestras de cariño y los mensajes de ánimo han sido constantes, lo cual ha resultado conmovedor a la par que abrumador para el primogénito de Isabel II. “He recibido tantos mensajes y tarjetas maravillosos… Me han hecho llorar la mayor parte del tiempo”, ha confesado durante esa breve conversación producida en la sala de audiencias privadas. 

Aunque no es habitual que el soberano se muestre tan sensible, ya sabíamos que las muestras de afecto de los ciudadanos le estaban calando hondo. Lo aseguró su esposa Camilla, en el primer acto público al que asistió tras conocerse la enfermedad de su marido: “Está muy bien dadas las circunstancias. [...] Estamos muy conmovidos por todas las cartas y mensajes”.

Poco antes de aquellas declaraciones, cuando Carlos III todavía se encontraba ‘de baja’ por su operación de próstata pero aún no se sabía su diagnóstico de cáncer, la reina también dijo que su esposo “estaba deseando volver al trabajo”. Una voluntad que seguiría intacta a día de hoy puesto que el monarca está dispuesto a reactivar el máximo de compromisos posibles cuanto antes, pese a que por ahora debe guardar cierto reposo por recomendación médica.

El mero hecho de que se haya desplazado a Londres ya da muestras de su buena voluntad. Y es que, aunque prefiere pasar esta etapa en la tranquilidad de su finca de Sandringham, Carlos III ha aprovechado su visita a la capital del país para reunirse tanto con el primer ministro como con los miembros del consejo privado, lo que demuestra que su compromiso con la corona se mantiene intacto.