Buenas noticias para la Casa Real Británica: tanto Carlos III como Kate Middleton ya están en casa tras sus respectivos problemas de salud. Al rey le hemos visto salir del London Clinic, sonriente y por su propio pie, después de tres días de ingreso en los que ha sido operado de un agrandamiento de próstata. De la princesa de Gales, por el contrario, seguimos sin tener imágenes, pero un comunicado oficial publicado este lunes ha confirmado que "ya está en Windsor para continuar con la recuperación tras su cirugía abdominal" y que "sus progresos son buenos".

Fue el pasado viernes 26 de enero cuando el monarca de Reino Unido entró, con el semblante tranquilo y acompañado por Camilla, en el mismo hospital en el que se encontraba la princesa de Gales desde, al menos, el 17 de enero. Este lunes ambos han recibido el alta hospitalaria para continuar con el periodo de convalecencia en casa que en el caso del rey Carlos III podría oscilar entre los 10 y los 30 días y en el de Kate Middleton está previsto que se alargue hasta después de Semana Santa, es decir, unos tres meses.

Como se aprecia en el vídeo, el soberano británico ha saludado a la pequeña multitud que le esperaba a las puertas del hospital, y se ha mostrado agradecido y sonriente. Su esposa, la reina Camilla, ha estado muy pendiente de él durante todo el fin de semana y tampoco se ha separado de su lado en el momento de abandonar el hospital y montarse en el coche para poner rumbo a Buckingham. Al igual que en los días previos a su intervención, es probable que Carlos III continúe teletrabajando desde allí hasta que esté recuperado y listo para retomar su agenda oficial.

En cuanto a su nuera, sabemos que estos días ha recibido la visita del príncipe Guillermo pero no de sus tres hijos, con quienes ha mantenido el contacto mediante videollamadas. Se especula, además, con el tipo de cirugía por el que ha pasado (algunos medios aseguran que se trata de una histerectomía, es decir, la extirpación del útero) y con las complicaciones postoperatorias que podrían haber agravado su estado.