Por qué practicar fitness capilar o cómo potenciar el bienestar y la belleza de tu pelo

Lo mismo que vas al gym para mantener tu cuerpo en buena forma y saludable, probablemente tu pelo necesite, ahora más que nunca, un programa de acondicionamiento integral que mejore su aspecto y bienestar

Por qué practicar fitness capilar o cómo potenciar el bienestar y la belleza de tu pelo
Por qué practicar fitness capilar o cómo potenciar el bienestar y la belleza de tu pelo / Istock

Entrenas tu cuerpo, activas tu mente, pero ¿estimulas igualmente el bienestar de tu pelo? El fitness capilar trata de ejercitar la salud del cabello (y el cuero cabelludo) con protocolos, tratamientos y rutinas adecuadas y adaptadas a su estado. Cualquier momento es bueno para empezar a entrenar tu cabello aunque la vuelta de las vacaciones se presta especialmente a iniciar un programa de recuperación y puesta en forma, más allá de las tendencias de corte y color. ¿Motivos? “A nivel externo el cabello está más sensibilizado y con la cutícula más abierta, mientras que a nivel interno está desequilibrado, necesita hidratación y nutrición.

En función de lo dañado que esté el cabello, podemos recuperarlo usando los productos adecuados y con tratamientos más intensivos en el salón. Para lograrlo, lo más importante es contar con un diagnóstico capilar por parte de un experto, para tener en cuenta nuestras características y necesidades concretas: si es un cabello coloreado, si es rizado o liso, cómo está el cuero cabelludo, etc.” argumenta Conchi Arias, fundadora de Campos Curlyhair, en Granada. Del mismo modo, el cuero cabelludo suele sensibilizarse más en verano. “No debemos olvidar que el cuero cabelludo es piel y necesita cuidados similares a los del resto de la piel de la cara y el cuerpo. Y eso implica hidratación y protección.

Si no se ha protegido debidamente podemos notar que se descama e hipersensibiliza. Y sin un cuero cabelludo sano no hay melena bonita”, sentencia Quique Sánchez, director creativo de Espacio Q y Q-01. “Puedes notarlo más seco, enrojecido o con picazón, con caspa o incluso puede que el cabello se caiga más de la cuenta. El cuidado del cuero cabelludo comienza por el lavado con el champú adecuado”, comenta Conchi Arias, quien insiste en que como todo buen programa de entrenamiento, el primer paso es una valoración personalizada de nuestras condiciones por parte de un experto. Es una premisa para saber cómo cuidarlo correctamente y si es necesario realizar un tratamiento más intensivo en el salón específico para cuero cabelludo. A nivel general, la experta recomienda optar por fórmulas suaves y naturales, masajear el cuero cabelludo para mejorar su circulación y oxigenarlo, y seguir protegiéndolo del sol y las fuentes de calor.

¿Cómo poner en forma tu melena?

El fitness capilar puede ser aplicado a diferentes tipos de cabello (y cuero cabelludo), lo importante, insiste el doctor Carlos Portinha, Chief Clinical Officer de Insparya, es tener en cuenta las necesidades y características específicas de cada persona para determinar las técnicas y enfoques de su puesta en forma. Eso sí, lo mismo que en el gym, independientemente de tu rutina de ejercicios, hay que empezar calentando y terminar con estiramientos. De esta forma, en el fitness capilar, antes de entrar en materia, hay un gesto previo al programa, que normalmente se obvia, pero es importante para obtener antes y mejores resultados. Nos referimos a la utilización de un pre-champú o un exfoliante, con la frecuencia que requiera cada caso, que optimice las condiciones del cuero cabelludo. A partir de ahí, comienza tu programa de entrenamiento y puesta en forma. Esto no requiere necesariamente acudir continuamente al salón de peluquería. De hecho, según Quique Sánchez, el cuidado en casa es fundamental, “diríamos que supone un 50% para que el cabello luzca sano, brillante e hidratado”. Estas son algunas pautas para empezar a entrenar tu melena, y, no está de más, agrega Sánchez, incluir en cada rutina, un aporte vitamínico o realizar un tratamiento anticaída una vez al año para prevenir la caída estacional de otoño.

Cabello seco:

El cabello seco tiende a ser áspero, sin brillo y propenso a la rotura. “Para entrenar el cabello seco, es importante centrarse en la hidratación y la nutrición. Considera el uso de tratamientos intensivos de hidratación, como mascarillas capilares o aceites naturales, para restaurar la humedad y mejorar la elasticidad del cabello”, aconseja Portinha quien añade que además de fórmulas hidratantes, hay que evitar el uso excesivo de calor, como secadores muy calientes y planchas. Y si recurrimos a este tipo a ellos, utilizar previamente un protector del calor.

Cabello graso:

Según Carlos Portinha este tipo de cabellos necesitan sobre todo una correcta higiene y si es necesario lavarlos todos los días, evitando demasiado fórmulas muy agresivas y alternando la utilización de un champú antigrasa con uno nutritivo. Igualmente recomienda utilizar agua tibia y reducir en lo posible los productos de styling que dejan residuos.

Cabello rizado:

El cabello rizado suele ser más seco y propenso al frizz. Según el portavoz de Isnparya, el programa de fitness capilar para este tipo de pelo se enfoca a tres objetivos: la hidratación, la definición de rizos y la reducción del frizz. Además de aplicar champús y acondicionadores específicos para cabello rizado, que ayuden a mantener la hidratación y la forma de los rizos propone técnicas como el "plopping" o "twist outs" para definir y estilizar los rizos, y utilizar productos sin alcohol que proporcionan hidratación y control del frizz.

Cabello fino:

De naturaleza delicada y falto de volumen, en su plan de entrenamiento es importante evitar el uso de productos pesados que lo aplasten y apaguen. “Utiliza champús y acondicionadores voluminizadores, evita el uso excesivo de acondicionador en las raíces y añade productos de estilizado que proporcionen volumen y textura sin sobrecargar el cabello. También puedes probar técnicas de peinado, como el "backcombing" o el uso de polvos voluminizadores, para darle más cuerpo”, recomienda el doctor Portinha. Otro problema de estos cabellos es que se ensucian con facilidad, por lo que requieren de un lavado más habitual, casi diario con productos específicos para ellos. En estos casos, Quique Sánchez aconseja alternar un día de lavado y otro día de uso de champú en seco, ya que si lo lavamos todos los días, al final el pelo da la sensación de que se ensucia con mayor facilidad y requiere de lavado continuo. En cuanto al tratamiento (acondicionador y mascarilla), insiste en la especial importancia de utilizar productos formulados para pelo fino y que no den peso.

Cabello quebradizo:

Suele ser débil y propenso a la rotura. El objetivo en este caso es fortalecerlo y minimizar la rotura con fórmulas que promuevan la hidratación y la fortaleza del cabello. “Considera la incorporación de tratamientos de proteínas y aceites nutritivos para fortalecer y reparar el cabello dañado; evita el uso excesivo de calor y trata de minimizar el uso de herramientas de peinado que puedan causar más daño”, concluye el especialista de Insparya.

Cabello opaco:

“La falta de brillo es señal de un pelo dañado, en el que la fibra capilar se parte fácilmente, se quiebra por sí sola y muestre puntas abiertas. La buena noticia es que con buenos cuidados, podemos devolverle su bienestar”, dice Quique Sánchez quien aconseja además de usar champú y acondicionador hidratantes aplicar un sérum cada vez que lavemos y añadir a la rutina una mascarilla durante 20 o 30 minutos.

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