Mascarillas caseras para el pelo: la fórmula perfecta para acabar con la sequedad en tu melena tras el verano

¿Quieres volver a tener una melena brillante e hidratada tras el verano? ¿Acabar con la sequedad o la irritación del cuero cabelludo? Nada como optar una vez por semana o cada quince días, según tus propias necesidades, por una buena mascarilla casera para el pelo. Son fáciles de preparar, requieren de ingredientes que tienes en tu despensa y, lo mejor de todo, son realmente beneficiosas para tu melena. ¡Toma nota!

"Uno de los principales efectos de la temporada de sol sobre el cuero cabelludo es la sequedad, ya que el calor y la exposición al sol pueden hacer que este se reseque, lo que a su vez puede provocar picazón, descamación y caspa", expone el doctor Javier Rivera, de Clínica Ferraro. "En cuanto a la irritación, es cierto que el cloro de las piscinas y el agua salada del mar pueden irritar el cuero cabelludo, especialmente si se tiene alguna condición preexistente como dermatitis seborreica; además, el calor puede estimular las glándulas sebáceas, lo que puede llevar a un cuero cabelludo más graso y a la aparición de acné", añade. De hecho, la exposición prolongada al sol puede dañar la queratina, "una proteína esencial para la salud del cabello, lo que lo vuelve más quebradizo y propenso a la rotura". Asimismo, en palabras del doctor de Clínica Ferraro, "las alarmas deben saltar siempre y cuando uno o varios de los síntomas anteriormente citados se manifiesten de forma persistente". Es ahí cuando debemos ponernos en manos de experto.

Además, cabe destacar que existen tipos de cabellos que son más propensos a sufrir este daño. "Por ejemplo, el cabello rubio y teñido, al tener una cutícula más porosa, es más fácil que pierda humedad y se dañe; de igual forma, los tintes pueden debilitar el cabello y hacerlo más sensible a los agentes externos", explica. "El cabello fino es naturalmente más delicado y frágil, por lo que es más propenso a romperse y dañarse" y también, el pelo rizado tiende a ser más seco y poroso, "lo que lo hace más susceptible a la deshidratación y a los daños causados por el sol, el cloro y la sal", advierte el experto capilar de Clínica Ferraro.

Tres mascarillas caseras para devolver el brillo a tu melena

Más allá de seguir una buena rutina de cuidados capilares, desde Woman hemos puesto atención en diferentes mascarillas caseras que son fáciles de preparar y cuentan con grandes beneficios para la melena, que posiblemente esté dañada tras la época de sol.

Mascarilla de aguacate y plátano

La mascarilla elaborada con aguacate y plátano aporta hidratación profunda al mismo tiempo que permite suavizar el cabello seco y dañado. ¿Cómo hacerla? Mezclando medio aguacate maduro con un plátano hasta conseguir una pasta suave, añade dos cucharadas de aceite de almendra o coco y tres de miel. Aplica sobre cabello previamente humedecido y dejar que actúe durante unos 30 minutos. Después, aclara con agua tibia y continuar con el lavado habitual.

Mascarilla de yogur y miel

Otra de las mascarillas más populares es la que combina yogur y miel, que consigue suavizar y nutrir la melena, además de mejorar la salud general del cabello. ¿Cómo hacerla? Tan solo debemos combinar media taza de yogur natural con dos cucharadas de miel. Posteriormente, tan solo debemos aplicarla sobre el cabello previamente humedecido y dejar que actúe durante 20-30 minutos, para posteriormente enjuagar con agua tibia y proceder a lavar el cabello habitual. Fácil y sencillo.

Mascarilla de aloe vera y aceite de coco

Además de ser vital para el cuidado de la piel, gracias a las propiedades calmantes y cicatrizantes que tiene, el aloe vera también puede ser determinante para nuestro cabello porque consigue devolver el brillo que hemos podido perder. ¿Cómo hacer esta mascarilla? Mezclando tres o cuatro cucharadas de gel natural de aloe vera con dos cucharadas de aceite de coco o almendras, el que decidas. Una vez se convierta en una mezcla homogénea, debes aplicarla desde la parte media de la melena hasta las puntas y dejar actuar durante al menos 30 minutos. Enjuaga después con abundante agua tibia y mantén tu proceso de lavado habitual. ¡Y listo!