Las ‘weird girls’, el último fenómeno estético que celebra la individualidad

Mezclar sin restricciones ni vergüenza se ha convertido en la tendencia más llamativa de las pasarelas y la favorita de Bella Hadid entre otras.

D.R.

En una época como la actual en la que los fenómenos estéticos parecen haber decidido salirse por la tangente y prescindir de los canales tradicionales para tomarle el pulso a las tendencias, las redes sociales, y en especial TikTok, compiten por generar algunos de los movimientos que catalizan el espíritu de la juventud. Ya lo hemos visto en los últimos meses traducido en forma de micro tendencias que bajo el paraguas del sufijo ‘core’ han acaparado titulares. Del barbiecore al cottagecore pasando por el balletcore o el menocore, un término acuñado por Harling Ross, de Man Repeller, cuya intención era denominar la ropa de abuela con un giro chic. Y así sucesivamente. Aunque es innegable que todas estas tendencias son un producto de la era de Internet, no podemos obviar que reflejan cambios reales en la forma en que la gente se acerca a su forma de vestir.

Aunque no tengan una gran duración en el tiempo, su capacidad de influencia es innegable. Por eso merece la pena prestarles atención. Es lo que sucede con el reciente movimiento de las Weird Girls (chicas raras). Aunque algunos se han adelantado a tacharla de anti-moda, esta estética recoge algunas de los referentes principales propuestos por el grunge, la estética dosmilera y la tendencia nerd, todos ellos vistos sobre las pasarelas en los últimos desfiles tanto de este otoño/invierno como de la próxima primavera.

De un primer vistazo podríamos incluir a la estética weird girls dentro del maximalismo, con una gran carga de las referencias dosmileras resucitadas por el llamado estilo Y2K. La preferencia fundamental es buscar prendas que parecen elegidas al azar porque no combinan pero que funcionan de todos modos. Piensa en una camiseta con estampados de flores combinada con una minifalda de tablas a la que se le añade una rebeca de punto grueso y unas botas planas de suela ancha con calcetines por encima de la rodilla. Y que todo, a ser posible, desprenda un halo a segunda mano de diferentes colores y patrones.

Bella Hadid

/ D.R.

Lo interesante es cómo todos estos estilos tan distintos acaban por conectar y solaparse en armonía. El resultado es intrigante, peculiar y, desde luego, vanguardista. Porque poner sobre la mesa esta necesidad de salirse de los convencionalismos nos revela cómo es posible desafíar lo que es tendencia y lo que no. ¿Quién dice que las reglas tienen que existir y seguirse a pies juntillas en la moda? Las weird girls seguro que no.

En lo que muchos sí están de acuerdo es en que si esta estética fuera una religión, Bella Hadid sería su líder. Para sus apariciones virales la modelo se viste con una mezcla de colores, texturas, diseñadores y épocas que resultan de lo más peculiares. Pero ella no es la única. También están Iris Law, Sydney Lynn y Devon Lee Carlson, a quienes se ha puesto como referentes. 

Bella Hadid.

/ D.R.

Un abrigo de nylon tipo esquiador de tamaño gigante con unos pantalones cargo, botas de montaña y un gorro de lana multicolor completado con una minibufanda. O una falda midi de cuadros con un polo de rugby, zapatillas deportivas con calcetines blancos y gafas graduadas de pasta. Sin olvidar un par de trenzas como peinado. Son sólo algunos de los looks que Hadid nos ha regalado en los últimos meses y de los que se ha servido para convertirse en la abanderada de este movimiento. La excentricidad puede resultar llamativa pero lo que está claro es que transmite personalidad y singularidad.

Desfile de Fendi p/v 2023

/ Imaxtree

Los diseñadores tampoco han dejado sola a la top model en su decisión por encumbrar la rareza como una de las grandes aspiraciones estilísticas del invierno. Marc Jacobs lo ha traducido en la última colección de su línea Heaven. El estampado de camuflaje militar se da la mano con camisetas de estampados infantiles como osos de peluche y unicornios, los jerseys de mohair XL y los pantalones acampanados de charol conviven con botas de plataforma infinita y colores chillones. O Fendi, que en manos de Kim Jones se convierte en un despliegue de vestidos asimétricos de rejilla combinados sobre pantalones anchos con cazadoras de tonos flúor y planaformas. 

Desfile de Louis Vuitton o/i 2022-23

/ Imaxtree

Es una mezcolanza de casi todas las demás tendencias del mercado, combinando sombreros de pescador esponjosos con minifaldas y prendas de punto de ganchillo con ropa de trabajo. Es muchísimo, y si bien puede parecer increíblemente aleatorio, en realidad tiene raíces en la moda Harajuku, una subcultura japonesa, llamada así por el distrito de Tokio en el que nació, que combina múltiples estilos diferentes en una estética exagerada. Sin embargo, la versión de TikTok de la tendencia actual se inclina un poco más hacia piezas nostálgicas o vintage occidentales, como camisetas con gráficos de los 90 o prendas de punto de los 70. Aunque para no ofender ni levantar susceptibilidades lo más apropiado sería decir que más que ‘raro’ es divertido.

Desfile de Coach p/v 2023

/ Imaxtree

Bucear en lo que hoy significa apostar por ‘lo feo’ pone encima de la mesa el discurso sobre cómo la moda sirve de expresión personal. Una apuesta por trascender las corrientes normativas que se exhiben sobre las pasarelas y de forma masiva en las tiendas de consumo rápido y fácil. Lo explica así la periodista e influencer norteamericana Clara Perlmutter conocida como @tinyjewishgirl en TikTok e Instagram: “Creo que este movimiento de estilo se trata de una celebración de uno mismo y de todo lo que hemos superado y un medio para comunicar quiénes somos y qué hacemos después de estar tan aislados socialmente unos de otros”.

Bella Hadid

/ D.R.

Hacer elecciones estéticas propias con libertad es el centro de este fenómeno que defiende que tal vez las reglas arbitrarias de la moda no tengan cabida en nuestro mundo actual. Poder llevar un vestido sobre una camiseta, calcetines altos con mocasines planos, o prendas deshilachadas y rotas con otras de estética masculina y que resulte natural. Nada está ahora fuera de la ecuación, siempre que quien lo lleve esté a gusto. 

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