El truco de estilista para llevar la bufanda con estilo y sin que se caiga

Llega la época de frío. De jerséis de punto grueso, de botas de boreguito, de acogedores abrigos, de guantes y de bufandas. Todos son básicos ineludibles de la temporada invernal pero hay quien no soporta estas últimas porque le genera agobio el tener en cuello rodeado. Afortunadamente, somos más las que adoramos esa gustosa sensación de sentirnos protegidas de las bajas temperaturas.

Lo malo que tiene la bufanda es que no es tan fácil llevarla realmente bien. Primero porque hay que escoger muy bien el modelo –la anchura, el largo, el color, el estampado... todo cuenta para acertar con la mejor combinación– y segundo porque a la hora de ponérnosla solemos cometer muchos errores. O nos la ponemos simplemente dando vueltas alrededor de nuestro cuello de manera que parece que llevemos un collarín, o dejamos un lado suelto y el resto al quedar suelto se nos acaba cayendo cada dos por tres o simplemente hacemos un nudo en la parte delantera que queda de todo menos estético.

Suerte que siempre está Erea Louro para iluminarnos con sus tips de estilo y en esta ocasión nos ha dado la manera más sencilla y estilosa de llevar una bufanda.

El truco está en colocarla alrededor del cuello con los dos extremos sueltos, de manera que quede uno más largo que otro. El que está más corto se cruza por encima del otro mientras que el que aparece por debajo pasa por detrás rodeando hasta meterse por el hueco que ha quedado formado en el lateral. Una vez dentro, se retira hacia atrás del conjunto para que no quede a la vista y quede el otro extremo por delante suelto y listo.

De este modo, la bufanda quedará perfectamente sujeta durante todo el tiempo que la lleves puesta y te permitirá lucirla mucho más con cualquier prenda que lleves.

Otras formas de llevar la bufanda

No es esta la única manera estilosa de lucir este accesorio cuando llega el frío. La propia estilista ya nos había sugerido otras fórmulas más originales de llevarla con gracia. Una de ellas, rodear el cuello con parte de la bufanda y utilizar la parte restante para cubrir la parte de los hombros casi a modo de capa. Una vez así, basta con dejarlo suelto, añadir un broche o sujetar con pequeñas gomas en la parte delantera de manera que simulen botones. ¡Ideaza!

No hay excusas ya para no ir buscando una buena bufanda con la que llevar mejor el frío y poner en práctica todos los consejos de la experta.