Blanca Suárez comparte una foto en Instagram sin maquillaje: de ojos negros a rostro limpio

4 de la mañana. Llegas por fin a casa después de una larga jornada, te miras en el espejo, ves que el colorete que te diste hace horas continúa intacto, que el tono increíble que le ha dado la base a tu rostro sigue ahí y compruebas de nuevo lo bien que te ha quedado el eyeliner esta vez. Te gusta tanto el maquillaje que llevas que darías lo que fuera por irte a dormir y levantarte unas horas después con la misma cara. Lo malo es que sabes que es prácticamente imposible que eso pase (los ojos de mapache con los que te levantarías al día siguiente serían épicos) y, lo que es peor, tu piel sufriría doblemente las consecuencias.

Además, aunque tus ganas inmediatas pasen por meterte en la cama y perderte entre las sábanas en ese mismo momento, el pequeño angelito que habita en tu interior te recuerda que antes tienes que desmaquillarte. ¿Quién no ha se sentido así alguna vez? Seguro que más de una ha estado unos segundos debatiendo consigo misma sobre si dar el paso y coger todo el arsenal de productos de belleza u optar por la dejadez.

Una de las que no dudamos se habrá sentido identificada con nuestras palabras es Blanca Suárez. Y decimos que no lo dudamos porque después de ver los stories que ha compartido en su perfil de Instagram queda demostrado que pese a al esfuerzo que supone, todo tiene su recompensa.

La protagonista de 'Las chicas del cable' ha sido capaz de vencer a la pereza en esta batalla y su piel no puede agradecérselo más. Y es que lo de la actriz tiene doble mérito porque semejante maquillaje de ojos negros realizado por su amiga Natalia Belda duele aún más el hecho de tener que quitárselo. Pero, ha hecho de tripas corazón y ha logrado vencer la pereza para hacerlo porque, siete minutos más tarde, ha compartido otro video del resultado final tras quitar todas las capas y hacer desaparecer cualquier rastro de pigmento.

Unas imágenes en las que aparece con la cara lavada sin una gota de maquillaje que no podemos más que aplaudirle.

Ahora sí, con los deberes hechos y la piel perfectamente limpia, ¡a dormir!