Los parches que sí funcionan para eliminar cicatrices y lucir una piel renovada en ocho semanas
Los apósitos reductores de cicatrices de Trofolastín ejercen una presión constante sobre la piel que crea una barrera impermeable, protectora y adherente para una correcta cicatrización
¿Quién no tiene alguna cicatriz en su piel? Tener cicatrices es algo muy común y de hecho, aunque puedan no agradarnos son sinónimo de que hemos vivido. Y es que, son muchas las ocasiones que pueden provocarnos este tipo de marcas en nuestra piel, desde heridas difíciles de curar, cortes y quemaduras, embarazos y cesáreas o incluso operaciones estéticas.
No obstante, más allá de un aspecto estético que puede ocasionar problemas de autoestima, las cicatrices pueden producir dolor y dificultades funcionales si están próximas a las articulaciones. Por eso, el cuidado adecuado de las mismas es esencial si queremos evitar complicaciones desde el principio y lucir una piel suave y libre con la menor marca posible.
¿Cómo tratar las cicatrices?
La cicatrización es un proceso continuo que se inicia tras la herida y que tiene lugar a lo largo de varios meses. En este tiempo se producen diferentes fases, en las que las células de la piel y del sistema inmune deben trabajar de forma coordinada para que la reparación sea lo más perfecta posible.
El problema es que no todas las personas tienen la misma capacidad de reparar heridas, ya sea por factores genéricos -como la edad, el tabaco, la malnutrición, ciertas patologías o hábitos de vida como la actividad física, el estrés o la ansiedad-, o por factores locales como infecciones, una mala higiene en la herida, el insuficiente aporte de oxígeno y nutrientes en la piel, la deshidratación o los roces o presiones.
Por eso para ayudar a la regeneración de la piel, lo mejor de lo mejor son los parches reductores de cicatrices de Trofolastín, que reducen de forma visible las cicatrices y queloides en ocho semanas. Y es que, gracias a la presión constante que ejercen sobre la piel, modifican las condiciones de humedad bajo el apósito, favoreciendo la adecuada remodelación de las fibras de colágeno, protegiendo de la radiación UV y de la contaminación. Su doble capa, la externa de poliuretano microporoso y la interna, una película acrílica adherente, facilita la correcta cicatrización obteniendo un resultado natural y una piel renovada sin marcas.
Distintos tipos de cicatrices en la piel
Además, una de sus ventajas es que gracias a sus distintos formatos se adaptan a las diferentes formas y localizaciones de todo tipo de cicatrices para obtener el mejor de los resultados. Desde cicatrices como la cesárea, hasta cicatrices mamarias, los parches de Trofolastín Reductor de Cicatrices han demostrado ser una excelente opción que proporciona una barrera impermeable, protectora y adherente para crear las condiciones necesarias para que la cicatrización se produzca adecuadamente.
¿Cómo usar los parches reductores de cicatrices de Trofolastín?
- Lavar las manos antes de usar el apósito. Limpiar y secar cuidadosamente la zona, comprobando que la piel está completamente seca y sin restos de crema o aceite.
- Abrir el sobre y separar las capas protectoras del apósito con suavidad, antes de colocarlo sobre la cicatriz asegurándonos de no formar pliegues.
- Una vez colocado, puede permanecer hasta siete días fijado en la superficie de la piel. De hecho, el apósito es resistente al agua y solo se debe sustituir antes de tiempo si los pliegues se despegan.
- Para retirarlo tan solo tendremos que levantar suavemente una esquina y tirar con cuidado hasta que se separe de la piel.
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