Vuelve a llevar sandalias sin sufrir: 5 trucos que te librarán de las rozaduras

Te prometemos que, con estos ‘tips’, podrás lucir de nuevo tu par favorito.

Detalle de unas sandalias en el ‘street style’ de Nueva York
Detalle de unas sandalias en el ‘street style’ de Nueva York / @Launchmetrics Spotlight

Seguro que te ha ocurrido en más de una ocasión. Llega el verano y te compras el par de sandalias perfecto: de tacón y con pulsera al tobillo, tipo ‘flip flops’, romanas... En resumen, un diseño ideal que piensas ponerte sin parar durante los próximos meses. Sin embargo, el primer día que te las pones, te das cuenta de que, por muy bonitas que sean, no piensas volver a ponértelas porque has acabado con los pies llenos de rozaduras. Esta historia de terror se repite cada temporada estival, sin embargo, existen una serie de trucos infalibles para evitar, de una vez por todas, esas temidas ampollas y pequeñas heridas. Así que, despídete de las tiritas y da de nuevo la bienvenida a tus ‘looks’ a tus zapatos favoritos.

Elige la talla correcta

Puede parecer una obviedad, sin embargo, en cuestión de sandalias, la talla puede variar y es posible que tu número habitual no sea el más adecuado en este caso. Y es que, si unas sandalias te queden grandes o, por el contrario, demasiado justas, tienes muchas probabilidades de acabar con los pies llenos de llagas.

Dalas de sí

Una bueno opción es que, antes de estrenarlas por primera vez, ya las hayas llevado por casa. Además, para que se aflojen un poquito y las tiras no se ajusten tanto al pie, lo mejor es que te las pongas con unos calcetines gruesos debajo, de tal manera el tejido vaya cediendo. Otro de los trucos más efectivos para que éstas cedan es meterlas en el congelador. Para ello, debes llenar una bolsa de plástico con agua y colocarla dentro de las sandalias; después, tendrías que meterlas en el congelador, para lo que te recomedamos que también metas todo el calzado en una bolsa. Con este método, el agua de la bolsa se congelará estirando el material. Eso sí, una vez hecho esto, debes ponértelas de inmediato para que se adapten, de nuevo, a la forma de tus pies.

Sandalias plateadas


/ Launchmetrics Spotlight

Hidrata tus pies

Aunque no te lo creas, tus pies también juegan un papel importante a la hora de evitar las heridas. Por eso, es fundamental que la zona esté suave y en buenas condiciones. Te recomendamos, además, masajear la zona de la planta de los pies todas las noches, sobre todo si tienes pensado llevar tacones. Además, hay un remedio que ya utilizaban nuestras abuelas que consiste en aplicar también un poco de crema directamente en las sandalias, en el interior de las tiras o en las zonas más susceptibles de provocar esos roces.

Utiliza un bálsamo protector

En el mercado encuentras varios productos en ‘stick’ especialmente pensados para evitar que aparezcan ampollas. Son muy prácticos y fáciles de utilizar, lo único que tienes que hacer es aplicarlo directamente sobre la piel para que, de esta forma, se cree una capa protectora, a modo de cera o película, que actuará como barrera. 

A veces, las rozaduras aparecen por culpa de la humedad provocada por el sudor. Si es tu caso, debes saber que los polvos de talco te ayudarán a mantener los pies secos gracias a su capacidad de absorción.

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