Nadie lleva el blanco y negro como invitada a una boda con tanto arte como Inés Domecq

Inés Domecq ha vuelto a demostrar porque siempre podemos recurrir a ella para inspirarnos en busca de looks para invitadas a bodas.

Inés Domecq con vestido blanco y negro
Inés Domecq con vestido blanco y negro / Instagram @robertodiz

Por mucho que las reglas protocolarias se hayan vuelto cada vez más laxas y que en los nuevos tiempos se haya notado una gran apertura de alternativas, blanco y negro siguen siendo colores poco apropiados para las invitadas a las bodas. El primero porque puede confundirse visualmente con la novia y no parece buena idea hacerlo en un día en el que ella y no una asistente debería ser protagonista; y, el segundo, porque ha sido un tono asociado con el luto durante años y el llevarlo en un día en el que la alegría debería reinar tampoco suele ser bien visto. Sin embargo, ¿qué ocurre si los mezclamos?

Hecha la ley, hecha la trampa que diría el refranero español. Y es que ninguna norma establece que la combinación de ambos tonos no sea aceptable para acudir a un enlace. De hecho, mujeres como Inés Domecq que son auténticas referencias de estilo han demostrado en numerosas ocasiones que el binomio black&white puede funcionar a las mil maravillas en este tipo de contextos.

Dos ejemplos: en la boda de Claudia Osborne y José Entrecanales, por ejemplo, la diseñadora optó por un modelo con estampado de lunares salido de los talleres de su firma The IQ Collection que fue todo un acierto; y apenas unos meses después se dejó ver en una ceremonia en México con un diseño de Roberto Diz que combinaba una falda de volantes blanca con un cuerpo ajustado de manga larga en negro.

Y, como no hay dos sin tres, en las últimas horas ha vuelto a apostar por este sofisticado dúo para seguir derribando reglas en torno al terreno nupcial.

Inés Domecq ha tenido que asistir a una boda el pasado fin de semana y su look ha estado protagonizado por un vestido blanco y negro que representa a la perfección el concepto de elegancia en el que todas nos manejamos.

El vestido blanco y negro de Inés Domecq

Combinando franjas diagonales en blanco y negro, el vestido es de escote asimétrico puesto que solo cubre uno de los hombros, se adapta a la silueta a la perfección sin necesidad de ceñirse en exceso y cuenta con una falda midi de sutil corte evasé que lo hace mucho más favorecedor.

Una pieza creada por el dieñador Roberto Diz que la jerezana ha lucido con unos zapatos negros de tacón, un bolso de mano confeccionado en piel que también juega con las mismas tonalidades del vestido y que pertenece a la colección de Hedēn x IQ Collection; y unos originales maxipendientes en forma de rombo que destacaban por llevar su cabello recogido en un informal moño.

Una prueba irrefutable de lo bien que se maneja Inés Domecq sea cual sea la época del año en la que nos encontremos en el terreno de los looks de invitadas y, en particular, en el de atreverse a combinar dos tonos "prohibidos" en un evento de estas caracerísticas hasta lograr hacerla la opción más sofisticada.

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