Todo lo que aprendimos de estilo con los looks de Lady Di en sus visitas a España
Fueron muchas las veces que Diana de Gales vino a nuestro país presumiendo de una envidiable maleta repleta de selectas prendas que son ya icónicas.
A Lady Di le gustaba España. Concretamente Mallorca. Y a quién no, ¿verdad? Puede que ni la serie 'The Crown' ni la película 'Spencer' lo recojan, pero no hace falta recurrir a la ficción cuando hay suficientes pruebas de ello en la hemeroteca sobre la vida real de la princesa Diana, que dio toda una clase magistral de estilo en cada uno de sus viajes a nuestro país.
El primero tuvo lugar en el verano de 1986, cuando pasó las vacaciones en el palacio de Marivent -residencia habitual de los reyes de España en la isla- junto a su todavía marido y todavía príncipe Carlos y sus dos hijos, Guillermo y Enrique, nacidos cuatro y dos años antes respectivamente.
Ya por aquel entonces su matrimonio con el heredero al trono británico vivía entre rumores de crisis, que luego se supieron que había sido el estado natural de la relación entre ambos. Es más, en aquel viaje, cuenta en una crónica el diario El País, el hijo de la reina Isabel II abandonó Mallorca un día antes que su familia. Sea como fuere, los príncipes de Gales regresaron a España tres veranos más, en 1987, 1988 y 1990, y Diana, ya recién divorciada, hizo lo propio en 1996.
Pero el año que de verdad nos importa, aquel en el que dejó verdadera huella de su estilo, único en el mundo, es 1987. ¿Por qué? Porque la madre de Guillermo y Enrique pisó nuestro país en dos ocasiones distintas.
Dos viajes muy distintos, con contextos opuestos: el primero, en primavera, la llevó a pisar algunas de las ciudades históricas de la Península más allá de Madrid con la ajetreada agenda que estos viajes oficiales suelen tener; de hecho, debió dejarle tantas ganas de vacaciones de verano que no dudó en apuntarse a pasar un segundo verano de forma consecutiva en Mallorca.
Cuenta Vanity Fair que el 22 de abril de 1987 Lady Di se divirtió más en la visita al Museo del Prado guiada por las infantas, Elena y Cristina, que en el almuerzo posterior con los reyes, Juan Carlos y Sofía, que también acompañaron a Diana de Gales y al príncipe Carlos aquella tarde a un desfile en el hotel Ritz de la capital organizado por el British Knitting & Clothing Export Council. En dicho desfile lució Diana el primero de la sobresaliente colección de looks que aquel año regaló a los españoles en las dos visitas a España. La princesa británica escogió un traje de chaqueta y falda en color turquesa firmado por Rifat Ozbek, diseñador de origen turco elegido Diseñador Británico del Año en 1988 y 1992.
Al día siguiente, la princesa Diana y su esposo visitaron Salamanca, a donde llegaron en helicóptero acompañados por las infantas. Ella con otro traje de falda, pero totalmente diferente al que había llevado en el Ritz. En este caso, un dos piezas rojo con solapas y botones blancos diseñado por Bruce Olfield combinado con unos zapatos blancos con la punta roja, justo al revés que el traje. No daba puntada sin hilo la buena de Diana. Mira que le ponen entusiasmo en sus actuaciones, pero nunca se vio a una tuna tan feliz como aquella sobre cuyas capas caminó en señal de respeto la ‘royal’.
Aunque en Reino Unido también hay adoquines, por supuesto -pero no tienen tunas…-, puede que fuera en aquel viaje por Castilla cuando Lady Di descubriera lo difícil que es andar con tacones por el centro de las ciudades históricas españolas. Ya Salamanca lo pone complicado, pero no tanto, como Toledo, ciudad a la que viajaron esa misma semana de abril de 1987 junto a los reyes eméritos y sus hijas, inseparables de los príncipes ingleses.
Curiosamente, se pusieron de acuerdo en la paleta de colores Juan Carlos, Sofía, Carlos y Diana para su visita a la ciudad de las tres culturas. Los cuatro escogieron el gris. Lady Di, en concreto, apostó por un tercer traje de chaqueta y falda, esta vez con estampado de rayas blancas. Ni las cuestas toledanas, ni los tacones de aguja pudieron evitar que la princesa sonriera en las fotos. Otros llegan a lo más alto del casco histórico de Toledo sudando la gota gorda pese a ir en zapatillas deportivas…
El viaje oficial a España de los príncipes de Gales concluyó con un fin de semana de relax en una finca propiedad de los duques de Wellington, por lo que hubo que esperar hasta el verano para disfrutar en España de la Lady Di casual, ya alejada de los trajes de las visitas oficiales. Ahí está la hemeroteca para que puedas juzgar con cuál te quedas, pero no podemos cerrar la pieza sin mencionar el mono -¿o era un conjunto de pantalón y camisa?- amarillo con el posó en Marivent y que encabeza este artículo.
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