Tu vitrocerámica más brillante que nunca gracias a este producto de higiene personal

Después de desengrasar la placa, con este producto podrás devolverle el brillo del primer día.

Limpieza vitrocerámica
Limpieza vitrocerámica / Istock

Siempre estamos en busca de aquellos trucos que nos permiten mantener nuestro hogar más limpio, pero sin la necesidad de invertir mucho tiempo y esfuerzo. Al tener un estilo de vida tan frenético, necesitamos que algo primordial en nuestra rutina (como es la limpieza) sea lo más sencillo posible. Siguiendo con este pensamiento, somos aficionadas a descubrir fórmulas que con una sola pasada eliminen casi la totalidad de la suciedad para mantener nuestro espacio siempre limpio.

Aunque dentro de la casa, hay zonas que preferimos que su desinfección sea constante y es el caso de la cocina. La limpieza del lugar en el que se cocina todo lo que nos alimenta, debe ser después de cada uso. Por esta razón nos adentramos en la búsqueda de fórmulas que nos ayuden a limpiar y aumentar el brillo.

La cocina, en particular, necesita un mantenimiento constante. Manipulamos muchos alimentos y cocinamos diversas recetas que pueden manchar y acumular grasa, lo cual, a la larga, puede causar problemas y afectar el estado de la cocina. La acumulación de suciedad puede ser un foco de hongos y bacterias, además de dañar físicamente la encimera o la vitrocerámica. Por eso, es crucial mantener la cocina muy limpia, asegurando que esté libre de bacterias y que las superficies se conserven en perfecto estado.

Dentro de la cocina, la vitrocerámica es una parte esencial que necesita una fórmula efectiva para no solo desinfectar y limpiar a fondo, sino también dejar un acabado brillante.

La fórmula que conseguirá dejar tu vitrocerámica como nueva

Antes de comenzar a limpiar la vitrocerámica, es importante desinfectar los estropajos y bayetas que se van a utilizar. Posteriormente, se deben seleccionar los desengrasantes adecuados en función del tipo de vitrocerámica y los productos específicos que permitan a devolverle su brillo original.

El uso de un desengrasante eliminará toda la suciedad de la vitrocerámica, demás devolverá el brillo a la superficie, haciéndola lucir como nueva. Sorprendentemente, uno de los productos más efectivos para lograr que tu vitrocerámica brille como el primer día es la pasta de dientes.

Para usarla, aplica una pequeña cantidad de pasta de dientes sobre la placa y extiéndela por toda la superficie. Déjala actuar durante unos minutos y luego retira el producto con un paño limpio y húmedo. Finalmente, seca bien la placa con otro paño distinto y disfruta de una vitrocerámica siempre limpia, desinfectada y, por supuesto, deslumbrante.

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