El 'mermaiding' o 'sirenismo' ha llegado a España (y todas queremos probarlo): aprende las claves para nadar como una sirena de verdad
Hablamos con Susana Seuma, una auténtica sirena que nos explica en qué consiste esta práctica y cómo el 'mermaidcore' ha alcanzado el mundo del deporte.
Desde el cuento clásico de Chiristian Andersen, pasando por la película de Disney en la que 'La Sirenita' se convertía en un relato apto para todos los públicos, hasta series como H2O que hicieron soñar a millones de niñas con ser una de las sirenas de Mako. La fantasía que rodea a estos seres mitológicos ha creado miles de historias que han hecho volar la imaginación y la ilusión de muchas personas.
A lo largo de los años, esto se ha traducido en una auténtica fiebre que comienza en Estados Unidos. Como buenos reyes del espectáculo los americanos fueron los primeros en crear shows, ya en los años 50 y 60, en los que chicas jóvenes se sumergían en tanques de agua para sonreír mientras buceaban imitando los movimientos de las sirenas.
Uno de los primeros centros en incluir este tipo de actuaciones fue el Weeki Wachee Springs de Florida. Construido sobre el río de agua dulce Weeki Wachee, este lugar ofrece una experiencia única para poder disfrutar de las 'performances' de una selecta élite de sirenas profesionales.
Ahora el fenómeno del 'mermaiding' o 'sirenismo' ha cruzado el charco y, desde hace unos años, existen escuelas y centros que ofrecen cursos de formación en esta práctica en nuestro país. Susana Seuma y Alejandro Rodríguez fueron pioneros en introducir este negocio en España allá por 2014. "Cuando empezamos, explicar qué queríamos hacer era una locura. Tenia que poner una imagen porque la sirena que se imaginaban era otra cosa", nos cuenta Seuma para la revista Woman.
La primera escuela de sirenas
Así nació en Tarragona 'Sirenas Mediterranenan Academy', una escuela que fue inspiración para divulgar por todo el país el 'mermaiding' y multiplicar el número de centros que imitaron esta iniciativa apostando por la fiebre del 'sirenismo'.
Las cifras avalan su éxito: esta industria mueve más de 500 millones de dólares al año en Estados Unidos, donde su práctica está mucho más extendida. De hecho, los americanos fueron los proveedores de materiales y técnicas para las primeras escuelas que nacieron en nuestro país. Y es que cuando esta academia de sirenas abrió sus puertas en Cataluña, no existían aún fabricantes de equipamiento para este deporte en España, razón por la que necesitaban comprar las colas que se fabricaban en EE.UU y Australia. El problema era que no solo tenían que pagar unas tasas bastante costosas sino que además, según nos explica la sirena Susana Seuma, "las colas se rompían en nada".
Así comenzaron a crear sus propias colas en función de las necesidades que tenían sus instructores dentro de la academia. Mientras Alejandro Rodríguez se encargaba de los detalles más técnicos del diseño gracias a su formación de ingeniero industrial, Seuma se ocupó de la parte estética, como la combinación de colores o el cuidado de algunos detalles como las escamas, pintadas todas en acuarela. Entre los dos consiguieron reunir en un modelo las características ideales y los mejores materiales para fabricar unas colas funcionales y bonitas.
"Tengo que luchar siempre con el comentario de que llevo un disfraz"
Una de las realidades que contribuye al éxito del 'sirenismo' o 'mermaiding' es la fantasía que lo rodea. Nuevas ficciones, como la reciente película de 'La Sirenita' en 'live action', han despertado la ilusión de querer convertirse en uno de estos animales mitológicos que conviven con la fauna marina.
De ahí nacen las ultimas tendencias en el mundo de la moda y la belleza como las ondas de sirena para el pelo o el 'mermaidcore' que hemos visto tanto en desfiles de pasarela como en varias prendas de nuestras tiendas 'low cost' favoritas, y hasta en las últimas novedades en diseños de manicura o, incluso, en paletas de sombras con esta estética de sirena.
Lo cierto es que el componente estético es un punto muy importante en esta práctica. Las colas o los bikinis son una parte indispensable para realizar este deporte, ya que no hay sirena o tritón que se precie sin su aleta y sus escamas. Esta parte ayuda a sumar un plus de fantasía indispensable, ya que como nos cuenta Susana Seuma "la imaginación da poder. La parte bonita de esto es que puedes practicar un deporte con un diseño del equipamiento muy especial y estético".
Sin embargo, la cofundadora de Mediterranenan Sirenas Academy insiste en que hay que aclarar que el 'sirenismo' es una práctica deportiva y no "gente disfrazada" como muchos piensan. No tiene nada que ver con un 'cosplay' o un disfraz infantil por mucho que el equipo que utilizan para meterse en el agua sea, además de funcional, muy vistoso y con una estética de fantasía. De hecho convertirse en una verdadera sirena esconde mucho más que colocarse una cola y lanzarse al agua.
Qué necesitas para ser una auténtica sirena
Es lógico que al pensar en una "sirenita" se nos venga a la cabeza la imagen de una chica joven de pelo largo, con una cara angelical y un cuerpo normativo. Si bien las historias de la gran pantalla se han encargado de vendernos este cliché, el 'mermainding' está hecho para toda clase de cuerpos y edades.
Así lo reconoce Susana Seuma que nos explica que es un deporte "para todo el mundo", desde los pequeños con más de 5 años (por motivos de seguridad), hasta los más mayores. "Vienen personas con cuerpos y capacidades diversos. Desde niños que no eran hábiles en el agua, pero tenían tanta ilusión que al final me he adaptado para poderles enseñar". Además de los pequeños que están aprendiendo a desenvolverse en el agua, también cuentan con público más mayor. "Nuestro récord lo tiene un señor de 63 años", explica Seuma.
Aunque se puede tratar como una actividad de ocio, como cualquier práctica deportiva requiere de varias medidas de seguridad. El primer contacto con el 'sirenismo' se realiza en piscina, donde puedes vivir tu bautizo de sirena o la experiencia 'Sirenita Splash' para los más pequeños (entre 5 y 7 años). Desde ahí, dependiendo de tu agilidad, puedes pasar a realizar inmersiones en el mar acompañado siempre de un instructor cualificado.
Para convertirte en sirena profesional las cosas cambian. "Siempre es bueno tener nociones de socorrismo, de natación para la movilidad en el agua e, incluso, de buceo", comenta Susana Seuma. Además nos explica que estos movimientos ondulatorios que se realizan para bucear con la cola no solo trabajan la musculatura de los abdominales, sino también la zona de los glúteos, que es la que más se ejercita. Al estar en el agua no hay un impacto muscular fuerte, lo cual también favorece que sea un deporte completo y accesible para todo tipo de condiciones físicas. Asimismo se le suma la apnea, que mejora y entrena la capacidad pulmonar.
Uno de los mayores riesgos a nivel médico de realizar este deporte con cierta regularidad están en la piel y el pelo, sobre todo si se hace en piscinas cloradas. También se pueden resentir los oídos ya que, al estar tanto tiempo sumergidos, pueden desarrollarse infecciones como otitis. Susana nos confiesa que ella misma ha sufrido picaduras de medusas durante sus inmersiones en el mar o, incluso, se pueden producir choques con otras sirenas o tritones con la cola.
'Sirenismo' en el Mediterraneo
"El mar no es nuestro medio natural y por eso hay que tenerle respeto, pero no miedo", aclara la cofundadora de Sirenas Mediterranena Academy. Esta práctica ha unido a muchas personas que, como Susana, comparten una pasión especial por el mundo marino. Tanto es así que ya existen varias sirenas y tritones que participan en actividades en mar abierto organizadas por la Federación Catalana de Actividades Subacuáticas.
Una de las más curiosas es la procesión de Sant Magi, una auténtica romería acuática en la que buzos del Club de Buceo de Tarragona, las embarcaciones de remo del Club Náutico, varios nadadores y nuestras sirenas y tritones acompañan al Santo hasta una cueva subacuática, ubicada entre las playas del Milagro y la Arrabassada. Puedes disfrutar de este festejo el 19 de agosto en Tarragona, desde la playa dels Cossis.
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