¿Es saludable para las cantantes marcarse un Bizarrap y desvelar los trapos sucios de sus relaciones?

Cuando Aitana lanzó la semana pasada su nuevo disco, Alpha, la canción ‘2 Extraños’ atrajo todas las miradas, comentarios y tuits. ¿El motivo? El tema habla de una relación de cuatro años en la que hay tantos paralelismos entre su ruptura con Miguel Bernardeau que es complicado no anunciar que nos encontramos en la era del desahogo lírico. Ni stories repletos de lamentaciones y reproches, ni exclusivas en las revistas del corazón: como bien sabe Shakira, las mujeres ya no lloran, sino que facturan, y lejos de hacerlo mediante declaraciones a los medios, ahora preferen hacerlo con sus canciones.

La magia de esta fórmula radica además en que pueden controlar la narrativa, esa que dominan a la perfección en sus redes sociales (donde cuentan y dejan de contar a su antojo, con tantos filtros estéticos como de relaciones públicas), y que mediante la música, sale además rentable. Sin embargo, hay que saber dónde poner los límites y cuándo ese desahogo tan público ha ido demasiado lejos. “El establecimiento de ese límite es muy personal, porque también debemos considerar que estas personas están acostumbradas a niveles elevados de exposición pública. En mi opinión, el límite se alcanza cuando empezamos a percibir que compartir aspectos íntimos de la relación de pareja comienza a perjudicar a una de las partes, ya sea porque no se siente excesivamente criticado o porque afecta negativamente a sus hijos. En ese punto, claramente estamos frente a una situación en la que la crisis en la relación de pareja se ve agravada por la exposición mediática, convirtiéndose en una situación más peligrosa”, dice Sebastián Girona, psicólogo especializado en vínculos.

Por su parte Judith Mesa, terapeuta del Método TUaTU y experta en Vivofácil, considera que hay que analizar si lo hacen por venganza o por empoderamiento. “Mi opinión es que cuando lanza la primera canción de Shakira, se puede entender que la primera fase del duelo, la de la negación de la situación y la del shock, ya la había superado y que estaba viviendo la segunda, que corresponde a la ira. La rabia y la ira dominaron la letra de su canción, haciendo uso de forma terapéutica de expresar sus emociones, desahogarse y canalizar a los cuatro vientos su enfado arremetiendo contra su ex pareja y contra el entorno del mismo, dejando entrever la envidia y los celos”, señala. Sin embargo, matiza que después de unos meses, cuando vemos otra canción con las mismas referencias, ya da que pensar. "No deja de ser un negocio muy rentable para la cantante, por lo que la pregunta es si hablamos de un negocio o de un duelo no superado. Si lo que pretende es demostrar que lo ha superado, no es el caso, ya que en una de las canciones, denota que echa de menos a su ex y en la última, manifiesta claramente crítica, rebeldía y venganza”, advierte. 

Negocio... ¿Y terapia gratuita?

‘Business Insider México’ publicó unas cifras que indican lo beneficioso que le está resultando a Shakira la "trilogía del desamor" que configuran "Te Felicito", "Monotonía" y "BZRP Session #53", pues según estos datos, ha logrado ya más de 30,2 millones de dólares. Pero más allá de nutrir sus carteras, ¿logran las artistas al airean los problemas que tuvieron con sus ex parejas algo catártico y casi terapéutico?

“Cuando acabas de romper con tu pareja, es normal que al principio hables de él o ella, ya que es la persona con la que has compartido un tiempo de tu vida. No es algo malo, está dentro de lo normal. La ruptura no siempre es agradable y hay un proceso por el que hay que pasar hasta dejarlo cerrado. Llega el momento de elaborar la pérdida de la persona amada y de los sueños rotos e ilusiones perdidas. Se necesita tiempo para sentirse bien y pasar por el duelo de una forma sana”, señala Judith Mesa. “En la primera y segunda fase del duelo hay un periodo de pensamientos intrusivos, estrés emocional intenso, vacío, soledad, ansiedad e incluso insomnio, que para algunas personas, supone un impacto tan potente que les nace la necesidad de compartir sus emociones y recuerdos con amigos, compañeros de trabajo y familia, convirtiéndolo en terapéutico”, añade. 

El jaque mate a las exclusivas y el impacto en la ex pareja de la metralla lírica

Mientras que antaño no era extraño que las celebridades anunciaran sus rupturas mediante exclusivas que les reportaban cuantiosas cantidades económicas, ahora las redes sociales se han convertido en el medio preferido para dar a conocer el final de las relaciones. Tanto, que cada vez es más común que incluso los anónimos hagan lo propio, algo que puede ser catártico y ayudar a comenzar así un nuevo capítulo. Además, quita a quien anuncia la separación el peso de tener que responder a muchas de las preguntas que surgen cuando se anuncia la noticia de forma física. Es más: son muchos, tanto anónimos como famosos, los que piden que nadie les pregunte al respecto, pues tan sólo quieren dar a conocer la ruptura y pasar página.

Cuando las cantantes dan detalles de la separación, consiguen la atención de los medios, que hace que las descargas de los temas incrementen y las ventas de entradas se disparen. Al contar con el poder de sus redes sociales, pueden hacer cualquier aclaración en sus propios términos, cuándo quieran y sin que nadie pueda tergiversar sus palabras.

Girona indica que no está de más recurrir a una opinión externa cuando los que formaban parte de una pareja no se ponen de acuerdo cuando no funciona un nivel de comunicación estándar para resolver el problema. “Sin embargo, en un principio y hasta nuevo aviso, debería ser más puertas adentro y frente a la dificultad, recurrir a una consulta o a hablarlo con otra persona”, recomienda. Respecto a cómo puede afectar esa grieta en su privacidad a la nueva pareja de aquel de quien que se habla en las canciones, opina que hablamos de una situación que puede tener un impacto negativo. “Es cierto que cuando una persona entra en una nueva relación, es probable que esté experimentando una fase de enamoramiento, lo que tiende a minimizar las consideraciones negativas. Por eso, a pesar de que esta persona pueda enterarse de detalles de la relación anterior, es probable que no les dé mucha importancia, especialmente si su nueva pareja está profundamente enamorada. Quizás con el tiempo, mirando en retrospectiva, y si llegara a pasar algo parecido, ahí sí, obviamente. No obstante, el efecto del enamoramiento es suficientemente poderoso como para que la nueva pareja niegue cosas varias”, dice.