Megan Fox, como hizo Joana Sanz, borra las fotos de Machine Gun Kelly

Desde Megan Fox hasta Joana Sanz, cada vez es más común que las celebridades no duden un instante a la hora de eliminar las instantáneas de sus ex parejas en el universo online. ¿Se arrepentirán en el futuro? ¿Es bueno para su salud mental? Hablamos con dos expertas.

En la era de la exhibición amorosa extremada que celebridades como Kourtney Kardashian y Travis Barker habían puesto tan de moda (un fenómeno que en España dominan a la perfección Cristina Pedroche y Dabid Muñoz), Megan Fox se había convertido en una de las embajadoras del fervor por las muestras de afecto. Cuando su pareja, Machine Gun Kelly, nominado a los Grammys, no se llevó el codiciado galardón, la actriz le dedicó un emotivo mensaje que poco nos hacía augurar que en escasas horas, todo estallaría por los aires. "Puedo saborear la deshonestidad, está en tu aliento", escribía Fox en sus redes, citando de esta forma la canción de Beyoncé en la que habla de la infidelidad de su marido, Jay Z. Muy sutil…

Los fans se dieron cuenta entonces (¿acaso la gente tiene tanto tiempo libre? ¡Qué envidia!) de que Megan había borrado todas las fotos de su pareja, algo muy habitual entre las celebridades, que se aseguran de que la huella digital no funcione como incómodo recuerdo de sus rupturas.

El dolor de la ruptura

Le preguntamos a Noemí Seva, trabajadora social especializada en violencia de género, terapeuta transpersonal y coach de mujeres, si realmente ante una ruptura es conveniente borrar las fotos de la pareja… En el caso de que esa separación no haya sido especialmente dolorosa, claro. “Una ruptura se siente muy dolorosa y está claro que cada una de nosotras vamos a necesitar gestionarlo de una forma distinta para acompañarnos en ese dolor. A veces, simplemente vamos a hacerlo como podemos, porque podemos sentirnos tan decepcionadas, enfadadas o abrumadas, que quizá podemos tomar decisiones desde la emoción, tratando de sacar de una manera rápida a esa persona de nuestra vida, esperando que si desaparece todo su recuerdo, como por ejemplo borrar las fotos, quizá también así desaparezca todo el dolor, aunque la realidad es, que en ese punto, todavía quedan muchas emociones por transitar, pues un duelo necesita su proceso y su tiempo”, señala.

Añade que independientemente de que la ruptura sea cómoda o no, en ese momento tenemos que tomar decisiones que nos cuiden, que nos permitan avanzar, que no nos dejen atascadas en esa primera fase de negación, o sigamos por mucho tiempo en la rabia o en la ira, tratando incluso de hacer daño a la otra persona para aliviar nuestro malestar, para sentir que no somos las únicas que lo pasamos mal. “La realidad es que a medio plazo, quizá no nos sintamos muy orgullosa de cómo hemos actuado y también nos toque lidiar con esta parte de nosotras que tarde o temprano, podrá conectar con la culpa. Lo más importante para sostener una ruptura es poner el foco en nosotras e invertir la energía en estar cada día un poquito mejor y rodearnos de personas que nos quieren. Si para avanzar necesitamos borrar las fotos, pues borremos las fotos. El tema no es qué hacemos, sino desde dónde lo hacemos. Podemos borrar las fotos por amor a nosotras mismas y para cuidarnos, lo cual es perfecto, y podemos borrarlas para herir a la otra persona. Esa es la gran diferencia”, explica.

Shakira y Carrie Bradshaw

La siguiente pregunta lógica es si realmente es buena idea dejar de seguir a nuestro ex en redes o si es mejor silenciarlo… Judith Mesa, terapeuta familiar en Alares, señala que la ruptura de pareja conlleva un proceso de duelo de separación con una serie de etapas: negación, asimilación, aceptación y tolerancia a los cambios. “Hasta no llegar a esta última, no se siente la paz necesaria para continuar y abrirse plenamente a comenzar una nueva relación. Por lo tanto, mi consejo es un sí rotundo a dejar de seguir al ex en redes para hacer un proceso de duelo sano y sin interferencias. Hay en algunos casos situaciones de dependencia emocional con vínculos poco saludables e incluso tóxicos que rozan la obsesión, llevando a cabo prácticas de acoso y derribo especialmente cuando la persona en este caso es la que ha sido dejada por la otra parte”, dice.

En un momento en que cada vez es más habitual que las famosas aireen sus desamores e incluso hacen del despecho su arma (Shakira y Miley, ¿os pitan los oídos?), no podemos evitar preguntarnos (esta frase se la hemos robado a Carrie Bradshaw, y lo sabes) si es conveniente hacerlo o es mejor dejar nuestra vida sentimental al margen de las redes. “Creo que lo más importante es que cada uno actúe en coherencia con sus valores y a partir de ahí, si uno se siente bien consigo mismo haciendo pública su vida privada, pues está bien. Yo creo que no hay nada correcto o incorrecto, en todo caso cada uno tiene que revisar desde dónde hace lo que hace, como comentaba antes, y si esa decisión realmente nos cuida o detrás hay otras intenciones. Lo que sí es importante destacar es que en estos casos, hay una línea muy fina entre nuestra privacidad y la del otro, así que siento que es difícil hablar de una ruptura sin traspasar quizá los límites de la otra persona y aquí, cada uno tiene que valorar, cuánto responsable afectivamente quiere ser, porque evidentemente, lo que hacemos y decimos, afectará a otras personas”, dice dice Judith Mesa, terapeuta familiar en Alares.

Un recuerdo que deja de doler

Al final, por más que estos distanciamientos virtuales puedan doler, es importante recordar, explica Noemí Seva, que cuando tomamos la decisión de soltar a una persona, incluso aún queriéndola, soltar implica hacer todo lo que sea necesario para colocar a esa persona en otro lugar en nuestra vida y que poco a poco, su recuerdo, nos deje de doler. “Muchas veces, el hecho de tener fotos, o de seguir teniendo a esa persona en redes sociales, nos lleva a mirar esas imágenes una y otra vez, y cuando la rabia y la ira van desapareciendo, es fácil caer de nuevo en la idealización de lo que fue, en la esperanza de volver a estar juntos ... Toda esta fantasía puede hacer que nos quedemos atascadas en el duelo y no avancemos. Así que puede que sí nos arrepintamos a medio plazo, pero pasado el tiempo, cuando hemos hecho el cierre de esa historia, creo que esas imágenes ya no serán tan importantes para nosotras.

Así que no lo dudes: si crees que es bueno para tu bienestar y si no lo haces para hacer daño a la otra persona, adelante… ¡Borra!