Efecto ‘antiedad’ desde el interior: cómo incluir el colágeno en tu dieta a partir de los 40

La piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y, más allá de su papel estético, tiene funciones tan importantes para nuestro organismo como la de hacer de barrera natural, favorecer la termoregulación a través de la transpiración o la crucial tarea metabólica de sintetizar vitamina D, un nutriente que afecta tanto a nuestra salud ósea como al correcto funcionamiento del sistema inmunitario. 

El paso de los años pone a prueba la síntesis no solo de esta vitamina D, sino también de otros elementos esenciales. Es el caso del descenso de la producción natural de las proteínas colágeno y elastina. Tal y como explica Vanesa León, nutricionista-dietista de El Granero, «el colágeno es la proteína estructural más importante de la piel, seguida de la elastina y siempre en perfecta armonía con el ácido hialurónico, responsable de mantener la correcta hidratación de la piel. Colágeno y elastina forman un tejido elástico, unas fibras que permiten que nuestra piel se mantenga tersa, funcional y flexible. Como una casa de ladrillos sin fisuras que poco a poco se va desquebrajando. La flacidez, la formación de arrugas, la pérdida de elasticidad y los signos de envejecimiento son síntomas de que estas fibras se están deteriorando». Además, la experta aporta un dato de lo más relevante: «se calcula que a partir de los 25-30 años la producción natural de colágeno empieza a declinar y que, a partir de los 40, se puede ver reducida en torno un 20-25%, aunque el descenso más acusado se experimenta en mujeres a partir de la menopausia». 

Cómo incoporar el colágeno a tu dieta

Por todo lo que acabamos de explicar, a partir de estas edades, puede ser interesante incluir un complemento alimenticio que contenga colágeno, dentro de una alimentación equilibrada y un estilo de vida saludable. Una buena opción sería Colagtiv belleza, de El Granero. Según explica la nutricionista, «al tomarlo durante un mínimo 4 semanas, la combinación de su colágeno hidrolizado científicamente probado, junto con ácido hialurónico, vitamina C y coenzima Q10 ayuda a reducir las arrugas y a mejorar la elasticidad de la piel, contribuyendo a mejorar el bienestar por dentro y por fuera». 

Además, para potenciar ese efecto ‘antiedad’, la experta recomienda llevar una dieta rica en frutas, semillas, verduras, aceites vegetales de calidad, pescados azules, legumbres, frutos secos, aguacate o especias como la cúrcuma o la raíz de jengibre, ya que todos ellos se asocian a un mayor aporte de antioxidantes naturales y, por tanto, se consideran alimentos protectores frente al daño cutáneo.