Si tienes +40 tienes que conocer este activo que es hasta 11 veces más eficaz que el retinol (e irrita menos la piel)

Backstage de Dior Alta Costura 2017.

Pestañas sin maquillaje en el backstage de Dior Alta Costura 2017.

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En el mundo cosmético, ahora mismo, no hay duda de que el retinol es el rey absoluto del ‘skincare’. De hecho, pocos activos han conseguido hacerse tan populares entre el público. Según Marta Barrero y Elena Ramos, farmacéuticas, expertas en dermocosmética y directoras de The Secret Lab, esto se debe a que «es el principio activo más potente en la lucha contra el envejecimiento gracias a su función antioxidante, que evita que las células envejezcan de forma prematura combatiendo así los radicales libres». Sin embargo, más allá de este efecto antiedad, además, también tiene otros muchos beneficios: «regenera la piel al aumentar la renovación celular, despigmenta manchas, estimula la síntesis de colágeno, regula el exceso de grasa, ayuda a reducir el tamaño del poro mejorando la textura… (aunque estas dos últimas condiciones realmente no tienen que ver con la edad)». Además, ambas explican que la razón de esta efectividad es «su ligero peso molecular, lo que le permite penetrar en las capas profundas de la piel».

Eso sí, parece que ahora le ha salido competencia y, nada más y nada menos, que dentro de su propia familia. Y es que, el retinol forma parte de la familia de los retinoides y, dentro de esta, empieza a destacar otro componente: el retinaldehído, también conocido como retinal. «Es el precursor inmediato del Ácido Retinóico, con prácticamente sus mismos beneficios para la piel, pero con menos efectos secundarios. Además, es más activo, eficaz y seguro que el retinol», aclaran las expertas.

Para entender la diferencia entre ambos, tenemos que entender su funcionamiento. Es decir, para que un retinoide pueda ejercer esa acción antienvejecimiento en nuestra piel, tiene que convertirse en ácido retinoico. Entonces, cuando nos aplicamos el retinol, este se oxida y pasa a ser retinaldehído (retinal) y este se oxida de nuevo para convertirse en ese ácido retinóico. Entonces, vemos que el proceso con el retinal es más directo, porque solo habrá una oxidación. Digamos que le cuesta menos llegar a convertirse en ácido retinoico. Hay que tener en cuenta que la acción de ambos es similar, pero una de sus grandes diferencias es la velocidad en la que se producen resultados, ya que el retinal es hasta 11 veces más rápido.

Cómo usar el Retinol y el Retinal

Según las fundadoras de The Secret Lab, lo ideal es empezar a introducirlo en nuestra rutina «a partir de los 25 años, edad en la que comienza la pérdida de colágeno y, por tanto, el deterioro de la piel». Aunque, más allá de su uso como activo antiedad, en ciertos casos, «también pueden utilizarlo adolescentes, como tratamiento antiacné (siempre bajo prescripción médica)». Eso sí, al ser un principio activo que puede irritar las pieles más sensibles o reactivas, es mejor aplicarlo de noche, cuando la piel está realizando los procesos naturales de reparación y regeneración».

Eso sí, es importante saber que «la retinización (introducción en la rutina) debe realizarse con un asesoramiento y seguimiento profesional, comenzando siempre por las concentraciones más bajas y de forma progresiva. Es decir, lo aplicaríamos durante la primera semana dos noches, la segunda semana tres noches, la tercera semana noches alternas y, después del primer mes de uso, todas las noches. Según vayamos acostumbrando nuestra piel, podremos ir subiendo también las concentraciones», aclaran. 

En cuánto a la cantidad que podemos usar, las farmaceúticas dejan claro que «basta con aplicar una pequeña cantidad (del tamaño de un guisante) y extenderlo bien sin olvidar cuello y escote, sobre la piel limpia y seca, realizando pequeños movimientos de alisado con las yemas de los dedos hasta que penetre en la piel. Importante evitar las zonas donde la piel es más sensible, como es el contorno de ojos, la parte inferior de la nariz próxima a las fosas nasales y los labios». Otro detalle a tener en cuenta es que «si se quiere utilizar otro cosmético tras la aplicación del retinol, recomendamos esperar en torno a 10 - 15 minutos para que el activo penetre bien en la piel». 

Por último, siempre que nuestra piel se sienta incómoda tras su aplicación, lo mejor es «espaciar aún más las aplicaciones, rebajar la concentración o, incluso, buscar alternativas como el Bakuchiol (retinol vegetal) apto para las pieles más sensibles. Una vez que nos hemos retinizado, no es necesario hacer descansos ni suspender el tratamiento. Además, el retinol necesita un periodo, mínimo, de tres meses para empezar a ver los resultados en la piel», concluyen. 

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