Horóscopo | Así cambia el zodiaco con el nuevo signo Ofiuco

“Me acosté en 2022 siendo Escorpio y me levanto en 2023 siendo Libra”. “¿Cómo? ¿Que ahora soy Tauro? ¿Y qué hago con mi tatuaje?”. “Me niego a cambiar de signo: ¡¡soy muy Géminis!!”. Desde que empezó el año el horóscopo ha acaparado buena parte de la conversación de Twitter y los grupos de WhatsApp, donde no dejan de repetirse mensajes como estos. El responsable es Ofiuco, un supuesto nuevo signo del zodiaco que ha trastocado el calendario astrológico y que a lo largo de los años ha conseguido captar la atención tanto de la NASA como de expertos en la materia. Pero, ¿qué hay de cierto en todo esto? 

Aunque este año ha hecho especial ruido en las redes sociales debido al crédito que le han dado famosos como la cantante Edurne (“Pero qué me estás contando… que ahora de repente soy Sagitario?? No no no, soy y seré Capricornio siempre!”) o el ‘influencer’ Ibai Llanos (“He empezado el 2023 siendo Piscis menudo año de p**a mierda.”), la realidad es que este debate vuelve a la palestra de la actualidad cada mes de enero. 

El mensaje que se viraliza siempre es similar: una nueva lista astral que incluye un recién llegado, Ofiuco, que asciende a 13 el número de signos zodiacales y, por tanto, modifica las fechas de los anteriores. 

Sin embargo, parece que no hay que tomárselo muy en serio ya que los referentes en el asunto consideran de forma casi unánime que se trata tan solo de una confusión. "¿Es posible que siempre que os dicen que vuestro signo ya no es el que era, entráis en pánico y os lo creéis?", se desesperaba la televisiva Esperanza Gracia. "Voy en busca de Ofiuco para que no os inquiete, atormente ni perturbe. Dejad de nombrarlo porfi”, ha pedido.

Ofiuco es una constelación, no un signo del zodiaco

El origen del lío se remonta a 1995, cuando Jacqueline Mitton, de la Real Sociedad de Astronomía Británica, comenzó a hablar en una serie de divulgación de la BBC sobre Ofiuco, una constelación cercana al ecuador que se sitúa entre Escorpio y Sagitario. De acuerdo con su argumentación, el zodiaco debería estar compuesto de 13 signos en lugar de 12, que es el número que establece la cultura babilónica, responsable de la creación del horóscopo, y por el que nos regimos hoy en día. 

Con la era dorada que vive la astrología, el tema ha llegado a tener tal relevancia en los últimos tiempos que la NASA llegó a hacer un comunicado en 2020. “Estudiamos la astrología, no la astronomía”, recordaban antes de añadir: “no, no hemos cambiado el zodíaco. Solo hicimos las cuentas”. 

Entonces, ¿qué ha ocurrido? La misma organización se ha encargado de aclarar el asunto con apuntes científicos para los que, no obstante, hay que hacer referencia a mitos de la antigua Babilonia de hace miles de años. En esos escritos ya se habla de 13 constelaciones en el zodiaco, pero, simplemente, decidieron omitir una de ellas, Ofiuco, por razones prácticas. “Para hacer una combinación ordenada con su calendario de 12 meses [basado en las fases lunares], los babilonios ignoraron el hecho de que el Sol realmente se mueve a través de 13 constelaciones, no 12. Luego asignaron a cada una de esas 12 constelaciones la misma cantidad de tiempo”, explican. 

Por este motivo “cuando los babilonios inventaron por primera vez los 12 signos del zodíaco, un cumpleaños entre el 23 de julio y el 22 de agosto significaba nacer bajo la constelación de Leo. Ahora, 3.000 años después, el cielo se ha movido porque el eje de la Tierra no apunta exactamente en la misma dirección". Es decir, que hoy en día la línea de la Tierra no apunta a todas las constelaciones igual, dirigiéndose hacia Virgo durante 45 días pero hacia Escorpio durante solo 7 y, sin embargo, todos los signos abarcan un espacio temporal parecido. 

Ofiuco en la mitología griega

Una vez desmentido el bulo del horóscopo, resulta interesante rescatar la historia de mitología que se esconde detrás de Ofiuco, considerado por los griegos como un domador de serpientes condenado a vivir en el firmamento.

En la mitología griega, Ofiuco se corresponde con Asclepio, un semidiós hijo del dios Apolo y la mortal Corónide. Fundador de la medicina, desarrolló tal habilidad que era capaz incluso de resucitar a los muertos, lo cual molestaba tanto a Hades, dios del inframundo, que le pidió a Zeus que se deshiciera de él. Existen varias teorías sobre su asesinato pero se dice que, una vez muerto, el padre de todas las divinidades le devolvió la vida con la condición de pasar el resto de sus días en las alturas. A cambio, le permitió llevar en sus manos dos serpientes, animales que, como el propio Ofiuco, son un símbolo del renacimiento, de ahí que esta constelación sea especialmente visible a finales de diciembre y principios de enero, cuando estamos a punto de afrontar un nuevo año.