6 tendencias de bienestar inspiradas en el estilo de vida nórdico (más allá de la sauna)

Hygge. Con este término probablemente empezó la fiebre por acercarnos al estilo de vida escandinavo. No es para menos, porque esta palabra danesa parece que encierra el secreto de la felicidad. En 2017, Meik Wiking, director del Instituto de Investigación sobre la Felicidad de Copenhague, desveló en un pequeño libro, ‘Hygge, la felicidad de las pequeñas cosas' el valor de disfrutar de esos momentos cotidianos reconfortantes, desde tomar una bebida caliente a la luz de unas velas hasta jugar a juegos de mesa o envolverse en una vieja bufanda. En resumen, como dice Wiking, “el hygge es algo que es bueno para ti y te hace sentir bien”. Y esto que los daneses tienen tan interiorizado, el resto lo hemos ido asumiéndolo tras la pandemia. Y en ello estamos: intentando sacarle a la vida más situaciones hygge.

Lagom. Este concepto forma parte del ADN del estilo de vida sueco y significa algo así como "no demasiado, no demasiado poco" e insta a las personas a vivir una vida equilibrada. Viene a ser la esencia del menos es más y sus principios se extienden a todos los ámbitos, desde una decoración minimalista hasta una forma de viajar contemplativa, disfrutando de la naturaleza, pasando por la idea de comer con moderación. Los rituales de belleza no se escapan a esta filosofía: simplicidad combinada con funcionalidad y eficacia. Una premisa que se lleva desde la fórmula (eliminando todo aquello que se considera innecesario: ingredientes adicionales o fragancias artificiales) hasta el envase del cosmético (con líneas limpias y simples así como colores neutros y suaves). En resumen, se trata de una filosofía a largo plazo, con una aproximación minimalista a las cosas y el respeto y la conexión con la naturaleza.

Nordic Walking. Andar, sí, pero algo más. Se trata de andar vigorosamente ayudado con el impulso de unos bastones específicos. Comenzó siendo una forma de entrenamiento de los esquiadores escandinavos para mantener su condición física durante temporadas estivales. En la actualidad, la marcha nórdica es un ejercicio que se ha popularizado fuera de las fronteras del norte europeo. Se trata de un deporte de resistencia, con su propia técnica, apto para todos los públicos que se practica mayoritariamente en parques y jardines. Según los expertos de Assari, centro especializado en wellness y entrenamiento, es ejercicio integral con un concepto de movimiento muy evolucionado, más efectivo que una caminata al uso, con el que se logra movilizar hasta un 90% de la musculatura corporal. Además de las virtudes de todo ejercicio aérobico, la marcha nórdica minimiza, gracias a los bastones, el impacto en tobillos, rodillas o cadera y favorece la postura erguida disminuyendo dolores de espalda. Es perfecto, dicen, para retrasar el deterioro funcional asociado al envejecimiento. 

Friluftsliv. O cómo celebrar la vida al aire libre. Así llueva, nieve o el termómetro baje de 0ºC, los noruegos tienen muy claro que la mejor terapia antiestrés es salir al exterior y mantener una estrecha conexión con la naturaleza. Al resto de los europeos nos tuvo que llegar una pandemia para apreciar lo que en el norte de Europa es una práctica habitual. La cumbre mundial de bienestar organizada por el Global Wellness Institute en 2020 posicionaba el friluftsliv como una tendencia emergente de bienestar y desde la CNN hasta National Geografic se hicieron eco de este estilo de vida que pone la naturaleza en el centro de la existencia de las personas y que considera las actividades al aire libre, aunque solo sea caminar, como un pilar de la salud física y mental. Este hábito está tan arraigado en la cultura nórdica que incluso las propias empresas lo incentivan y muchas lo han incorporado a la semana laboral. El contacto con la naturaleza está demostrando ser el nuevo patrón oro de la estresada sociedad actual.

Fika. Esta costumbre sueca viene a ser como el coffee break o la pausa del café del resto de los mortales, pero con un importante componente de socialización y de ambiente acogedor. Esta es la esencia de esta tradición que reúne una o dos veces al día a compañeros de trabajo, familiares o amigos, en un entorno confortable y alrededor de una bebida caliente normalmente. El café es lo de menos, el objetivo de esta rutina es relacionarse y compartir pensamientos y confidencias para conocer mejor a los demás. Incluso si es un grupo de compañeros del trabajo, en una fika no se hablará de trabajo, pero empleados y empleadores saben que esta pausa les ayudará a ser más productivos en el resto de su jornada laboral. No solo eso, sino que según los psicólogos, este tipo de encuentros diarios con nuestros allegados tiene un impacto muy positivo en el bienestar mental de las personas, con un efecto ansiolítico sin efectos secundarios.

La ley de Jante. Janteloven en danés. Se trata de un código de conducta muy arraigado en los países nórdicos, articulado en 10 principios, cuya máxima podría resumirse en un elogio la modestia y la deslegitimación de la arrogancia. “No creas que eres nada especial”. Este es el primer mandamiento de este código que promueve la igualdad y la empatía, y rechaza la idea de que nadie debe creerse mejor o superior a los demás. ¡Ojo! no interpretar como un elogio a la mediocridad. No obstante, y a pesar del arraigo que tiene esta suerte de normativa en la sociedad escandinava, hay voces que se alzan en contra porque consideran que promueven la falta de autoestima y el emprendimiento.