La cita de Felipe VI y Letizia en Barcelona: por qué es importante para España que los reyes celebren San Valentín

La vida sentimental de los famosos acapara titulares con frecuencia y ni siquiera los 'royals' escapan de este escrutinio público. El escándalo del rey Federico de Dinamarca, salpicado por la sombra de la infidelidad justo antes de su coronación, o las noticias sobre la supuesta amante del príncipe Guillermo de Inglaterra son tan solo las pruebas más recientes, pero el interés por la situación conyugal de las parejas de la realeza es histórico. Es por eso que en San Valentín muchos se preguntan cómo es, de verdad, el matrimonio del rey Felipe y la reina Letizia, una cuestión que, por superficial que parezca, resulta relevante más allá de las páginas del corazón.

La 'escapada romántica' a Barcelona de los reyes

Este 2024 es un año de doble celebración para los reyes. El próximo 22 de mayo se cumplen veinte años desde que el rey Felipe VI y la reina Letizia se dieron el 'sí quiero', y, además, poco menos de un mes después, el monarca celebra su décimo aniversario en el trono. Dos fechas marcadas en el calendario que cambiaron sus vidas por completo y que este año están más presentes que nunca. Y qué mejor excusa que el Día de San Valentín para celebrar el amor por todo lo alto.

No nos extrañaría que el rey Felipe VI y la reina Letizia prepararan una cita especial para celebrar el Día de los Enamorados, pues últimamente han sido muy frecuentes las apariciones que han hecho el cine, teatros o restaurantes como una pareja cualquiera. Eso sí, este año tendrán que pasar parte del día San Valentín frente a las cámaras, por lo que tendrán que esperar a la noche para organizar algún plan especial.

Tal como estaba previsto en su agenda, los reyes han viajado este 14 de febrero hasta Barcelona, donde tienen que cumplir con un compromiso oficial. El soberano asiste esta mañana a un acto en solitario y será por la tarde cuando podremos verles en pareja. Lo que aún no sabemos es si aprovecharán su visita a la Ciudad Condal para disfrutar de algún plan fuera de agenda que, por supuesto, llevarán a cabo con la discreción que caraceriza su vida privada.

Los gestos más románticos de los reyes en San Valentín

La última vez que el día de San Valentín coincidió con un acto oficial en la agenda de los Reyes fue en el año 2020, justo unas semanas antes de que estallara la pandemia en nuestro país. Por aquel entonces, el rey Felipe VI y la reina Letizia se encontraban de visita oficial en Huelva, y ese día en concreto estuvieron en Ayamonte para visitar a la Virgen del Rocío y, posteriormente, en el paque de Doñana. Allí el matrimonio protagonizaró momentos de risas, miradas de complicidad y gestos cariñosos que quedaron plasmados para la posteridad.

Justo un año antes el día de San Valentín les pilló en una visita de Estado en Marruecos. Y para la segunda jornada en dicho país (el día 14 de febrero), la reina Letizia protagonizó el que, hasta ahora, ha sido el gesto más romántico hacia el rey Felipe VI que ha tenido públicamente. ¿Lo recuerdas? La monarca sacó de su armario el icónico traje blanco de Giorgio Armani que lució el día de su compromiso en el año 2003. Un detalle de lo más romántico con el que, además, lució un estilismo impecable.

Por qué es imporante que los reyes celebren San Valentín

Más allá de lo curiosos que resultan este tipo de gestos, hay un trasfondo importante en el hecho de que los reyes celebren San Valentín y se atrevan a mostrar su complicidad en público. Y es que no solo se trata de si están enamorados o no o de cuánto se quieren, sino de la imagen que proyectan de la monarquía como institución.

Por mucho interés que despierte tanto entre sus defensores como sus detractores (como hemos visto recientemente con el escándalo de Jaime del Burgo), su intimidad les compete exclusivamente a ellos; pero la Corona tiene la particularidad de estar basada en un modelo de familia tradicional, de ahí que el buen funcionamiento de la pareja (que debe tener hijos para garantizar la continuidad de la dinastía) vaya más allá del romanticismo y se convierta en una cuestión de Estado.

El matrimonio de los eméritos don Juan Carlos y doña Sofía se ha considerado más bien una puesta en escena (especialmente en sus últimos años de reinado), representanto el papel de una familia ejemplar como parte de su labor y entendiendo su unión casi como una herramienta política. Pero las cosas cambiaron con la llegada de doña Letizia Ortiz a la Casa Real: ella, al igual que otras 'royals' sin sangre azul de su generación como Kate Middleton, han introducido el factor romántico en la ecuación, poniendo de manifiesto la importancia del enamoramiento a la hora de pasar por el altar y plantear un proyecto de familia y futuro conjunto.

Por supuesto, don Felipe y doña Letizia no han sido los primeros reyes en casarse por amor y a lo largo de la historia de nuestro país encontramos numerosas muestras de romanticismo entre los Jefes de Estado y sus respectivas esposas, incluso en casos en los que se trataba de matrimonios pactados. Es decir, que una boda de conveniencia puede derivar en una preciosa historia de amor de la misma forma que un flechazo romántico no garantiza el éxito de una pareja (con o sin corona).