Las claves del reencuentro de Letizia y Máxima de Holanda (con tiaras incluidas): ¿son amigas, en realidad, las dos reinas?

Tras varios meses en los que la Casa Real Británica ha acaparado la actualidad ‘royal’ internacional, esta semana todos los ojos miran hacia los Países Bajos, hasta donde el rey Felipe VI y la reina Letizia viajarán para encontrarse con sus homónimos holandeses, Guillermo y Máxima. 

Los reyes pondrán rumbo a Ámsterdam este martes por la tarde, pero su viaje de Estado no comenzará como tal hasta el miércoles por la mañana, cuando se reencontrarán con sus anfitriones y dará comiendo una agenda repleta de actos oficiales que se extenderán durante los días 17 y 18 de abril. El plato fuerte es, sin duda, la cena de gala que se celebrará el miércoles en el Palacio Real de Ámsterdam que no solo nos dará la oportunidad de ver a doña Letizia Ortiz y a Máxima Zorreguieta con vestido de noche y tiaras; sino que además supondrá el debut de la princesa Amalia en un compromiso de esta magnitud. 

La relación entre la reina Letizia y Máxima de Holanda

Pese a las desavenencias históricas entre ambas familias, a día de hoy los Borbón y los Orange mantienen una estupenda relación que ya iniciaron sus antecesores, es decir, los eméritos don Juan Carlos y doña Sofía por parte de España y los padres y abuelos del rey Guillermo por parte de los Países Bajos.

Aunque en algunas ocasiones se ha hablado de una supuesta enemistad, lo cierto es que la buena sintonía entre ambas parejas es más que evidente en cada uno de sus encuentros. Abrazos, besos, risas… sus gestos lo dicen todo. 

Además, doña Letizia y Máxima tienen mucho en común: son prácticamente de la misma edad (la española nació en 1972 y la argentina-holandesa en 1971) y ambas provienen de un origen plebeyo de familias que nada tienen que ver con la monarquía. Se dice, además, que fue Máxima quien ayudó a integrar a la consorte en los círculos de la realeza europea tras su boda con don Felipe. Aunque hay quien se empeña en señalar que su amistad es pura fachada (“no deben ser muy amigas porque Máxima era muy amiga de la infanta Cristina”, contó la periodista Pilar Eyre en su canal de YouTube. “Cuando vivía en Barcelona, le habría visitado en diferentes ocasiones, y yo creo que por eso no se ve con Letizia”), la realidad es que siempre han mostrado muy buen feeling en sus diferentes citas. 

La pasión por España de Guillermo y Máxima

A su favor juega tanto el idioma como la pasión que sienten Guillermo y Máxima por nuestro país: debido a sus orígenes argentinos, la reina holandesa tiene el español como lengua materna y tanto su marido como sus hijas lo hablan con fluidez. Además, a la familia le encanta visitar España. Curiosamente, fue aquí donde la pareja se conoció por primera vez; en concreto en la Feria de Abril de 1999, donde coincidieron por casualidad hace 25 años. Desde entonces los reyes holandeses le han transmitido a sus hijas su interés por la cultura flamenca y en 2019 vimos a Amalia, Alexia y Ariane con vestidos de gitana y paseando en un coche de caballos por El Real de Sevilla. 

En los últimos años, además, su vínculo se ha fortalecido a través de sus hijas. La princesa Leonor y Alexia de Holanda, que tienen la misma edad, fueron compañeras de internado en Gales y, por otro lado, Amalia, la heredera de la corona holandesa, pasa mucho tiempo en Madrid, lo que significa que sus padres confían en que la capital es un lugar seguro para su primogénita, que en su país ha recibido amenazas de muerte. 

Las condecoraciones

No obstante, en la relación entre los reyes españoles y los holandeses también entran en juego las condecoraciones oficiales que se han intercambiado y que subirán de rango con motivo de esta visita: don Felipe le ha otorgado a Guillermo Alejandro y Máxima la orden de Carlos III, y a Amalia la de Isabel la Católica, una Orden a la que sus padres pertenecen desde la visita de Estado que realizaron don Juan Carlos y doña Sofía a los Países Bajos en 2001.

Lo que por ahora es un misterio es qué condecoraciones recibirán el rey Felipe y la reina Letizia, ya que la casa real de Holanda todavía no se ha pronunciado al respecto. Eso sí: el jefe de Estado ya posee la gran cruz de la orden de Orange-Nassau y la consorte la Orden de la Corona. No será de extrañar que ahora ambos obtuvieran la orden del León Holandés, la misma que tienen otros mandatarios internacionales.