Máxima de Holanda se viste de flamenca para regresar a la Feria de Abril veinte años después junto al rey Guillermo

Corría abril del año 1999, la última Feria de Abril del milenio pasado cuando Máxima, una argentina dedicada profesionalmente al mundo de la banca se topó en la misma caseta con Guillermo, por entonces heredero al trono de los Países Bajos.

En esa misma caseta, la del Real Club de Andalucía -'El Aero'-, muy vinculado, no solo por el nombre, a la realeza europea, hoy decorada con tulipanes, la flor típica holandesa, dos décadas después, ambos han recordado aquellos tiempos en los que se conocieron y, probablemente, le habrán explicado cómo fueron aquellas horas en Sevilla a sus tres hijas, que han acompañado a sus padres en el regreso de estos a la Feria.

Las cuatro mujeres, Máxima y sus hijas Amalia, Alexia y Ariane, se han mimetizado a la perfección con el entorno al vestir todas ellas vestidos flamencos, cada una con un diseño diferente a la otra. Pero no ha sido el único detalle autóctono de la sorprendente e inesperada visita de los cinco miembros de la familia real holandesa, ya que todos han llegado juntos encima de uno coche de caballos, el transporte por excelencia del evento más importante del año en la capital andaluza.

Máxima no ha dejado de sonreír y saludar en todo momento bajo el sol radiante que reina en Sevilla, ataviada con un vestido en color azul y mantilla en rosa, mientras que el rey Guillermo ha escogido para la ocasión un traje claro, combinándolo en el mismo color, beis, con la corbata, rematando el look con camisa y pañuelo, ambos en color blanco.

No se sabe bien cuántos días permanecerán en Sevilla disfrutando de una Feria que está calentando motores de cara a su segundo fin de semana de festejos.