Qué es una clínica de macrobiota, el centro donde Tamara Falcó "compensa los excesos” de las Navidades

El programa de Pablo Motos ha regresado con fuerza a la pequeña pantalla tras el parón navideño. Y después de arrancar el lunes con una sarcástica e inteligente Sofía Vergara que no escatimó en ‘zascas’ al presentador, este jueves El Hormiguero ha puesto el broche de oro a la semana recibiendo a tres de los nuevos concursantes de ‘El Desafío’ (Mar Flores, Chenoa y Pepe Navarro) y haciendo la primera tertulia de actualidad, en la que, como es habitual, Tamara Falcó ha sorprendido a la audiencia.

El look de Tamara Falcó en El Hormiguero

Enfundada en un vestido cruzado y estampado de la colección de su propia marca TFP junto a Pedro del Hierro, con joyas de Tous y sandalias finísimas de Magrit, la marquesa de Griñón ha compartido con sus compañeros (Cristina Pardo, Nuria Roca y Juan del Val) cómo ha sido su peculiar inicio del 2024.

La clínica de macrobiota en la que ha pasado el Año Nuevo

“He estado en Miami y luego en Suiza”, ha explicado Tamara sobre sus vacaciones. Ya sabíamos que en sus planes estaba pasar la Nochebuena y la Navidad con el resto de los Preysler y, después, puso rumbo al país helvético para celebrar la Nochevieja junto a Íñigo Onieva y los marqueses de Cubas, Álvaro Falcó, Isabelle Junot y la pequeña Philippa. ¿Su plan? Disfrutar de la nieve y, como ella misma ha revelado, pasar por “una clínica de macrobiota para empezar bien el año”. 

En concreto, la colaboradora ha estado en el SHA Wellness Clinic, un centro con sede en Alicante (y próximamente también en México y en los Emiratos Árabes) que aúna terapias naturales y medicina occidental para ayudar a las personas a vivir más y mejor, según afirman en su página web.

“Fui para compensar los excesos de las Navidades. He soltado lo que había cogido porque me he pasado comiendo rosti y pasta, también todos los turrones habidos y por haber…”, ha comentado entre risas para justificar su estancia en esta clínica que ofrece un programa de bienestar integral gracias a ocho disciplinas holísticas y que ella ya había visitado anteriormente.

Su aventura en la nieve: “¡Fue todo un engaño de mi marido!”

Además, también tuvo tiempo de hacer deporte, esquiando en las pistas de Gstaad de los Alpes suizos. "En Suiza hice raquetas ¡y fue todo una mentira de mi marido!”, ha comentado con gracia. “Íñigo me engañó para que le acompañara en una excursión con raquetas por la nieve, y fue más dura de lo que pensaba". 

Tamara ha relatado que "él subía a esquiar y a hacer todo tipo de deportes. Hasta que un día me dijo: “Vente a hacer raqueta”. Me explicó que era como pasear por el pueblo, pero fue tremendo… al subir la primera cuesta, tenía un pulmón fuera, y de repente veo que eso no termina, que es lo mismo que esquiar, pero, en vez de subir en telesilla, ¡tienes que subir andando y agarrándote a la montaña!"

La aristócrata tuvo que parar a tomar un zumo y, aunque reconoce que “fue una nueva aventura muy gratificante”, no cree que repita. De hecho ha confesado que no se le da bien esquiar porque durante su infancia apenas pasó tiempo en la nieve: “Miguel Boyer odiaba la nieve, así que nosotros todas las vacaciones, las semanas blancas y todo eso, siempre íbamos a sitios de playa”.