¿Eres candidata a ser una 'chica bond'? La respuesta está en tu pelo
¿El verano, los tratamientos químicos o las agresiones diarias han dejado tu cabello apagado, seco, débil y quebradizo? Es el momento de empezar a reparar y fortalecer tu melena desde el interior con la tecnología bonding.
Puede que tu neceser de vacaciones haya estado (o no) repleto de mascarillas, protectores y acondicionadores capilares para cuidar tu cabello antes, durante y después de una jornada de playa o piscina. Pero el verano suele ser un potente adversario para el pelo. Lo habitual es que a la vuelta tengamos que enfrentarnos a una realidad capilar poco halagüeña: melena más apagada, seca y visiblemente dañada. Cortar las puntas, reavivar el color y darle un chute de hidratación no siempre es suficiente. Sobre todo cuando se la somete habitualmente a servicios de color, alisados químicos o se la castiga continuamente con herramientas de calor.
Es fácil ver el daño externo del cabello, pero muchas veces ese daño está también por dentro y no lo vemos. Afortunadamente, la tecnología bonding ha emergido como una de las soluciones más avanzadas para recuperar desde el interior la salud capilar, incluso en los cabellos más castigados, y mejorar su resistencia frente a los retos diarios y los cambios de estación que se avecinan.
La estructura del pelo tiene dos capas básicamente: la cutícula, la más superficial, que tiene una estructura de escamas superpuestas que protege y cubre la fibra capilar, y el córtex, la parte central y más grande de la fibra, compuesta básicamente por células de queratina entrelazadas. Algunos cabellos, no todos, tienen también una capa más interna, la médula, muy fina, compuesta por células córneas.
¿Qué es la tecnología bonding?
“En la última década, el mundo de cosmética capilar ha cambiado con la aparición de nuevas tecnologías de reparación del cabello, como las tecnologías bond o plex. Para entender estas tecnologías, cómo funcionan y distinguir qué hay de verdad y de mito debemos conocer la estructura del cabello y la química capilar. Los puentes o enlaces (bonds en inglés), forman parte de la proteína (principalmente queratina) y son los responsables de la fuerza y la resistencia del cabello”, explica Natalia Prager, responsable de formación de Aveda Iberia.
A diferencia de los tratamientos tradicionales que actúan en la cutícula y cuyos resultados se quedan en la superficie, la tecnología bonding lo hace desde el interior, en el córtex, fortaleciendo y protegiendo el cabello de futuros daños. Trabaja a nivel molecular, reparando los enlaces rotos dentro de la estructura capilar y responsables de la fragilidad, la porosidad y la pérdida de brillo.
Esos enlaces o puentes del cabello son de tres tipos: de hidrógeno, disulfuro y salinos. Los de hidrógeno, que determinan la resistencia del cabello, son inestables y se rompen fácilmente con el agua, son también los responsables de mantener la textura y forma del pelo. Los enlaces de disulfuro, los más fuertes, estabilizan las cadenas de proteínas y contribuyen a la elasticidad capilar. Y los salinos son temporales, aportan fuerza y se rompen cuando el pH del cabello es demasiado alcalino o ácido, provocando fragilidad.
“Los tratamientos y productos químicos, las herramientas térmicas y los factores medioambientales agreden el cabello, rompen esos enlaces y se aflojan de la molécula de proteína”, expone Natalia Prager. La buena noticia es que cada vez más marcas de cosmética capilar están creando protocolos de salón, productos o rutinas de varios pasos para realizar en casa con tecnología bond que ayudan a reparar el cabello en profundidad, conectar y multiplicar algunos de estos tres tipos de puentes para devolver la fuerza y elasticidad al cabello, evitando la rotura.
Sin embargo, prosigue la portavoz de Aveda, no es una tecnología universal, porque cada marca está usando diferentes ingredientes -naturales o sintéticos- para conseguir diferentes grados de beneficios en el cabello: fuerza, resistencia, elasticidad, anti-rotura. “Es importante saber en qué tipos de puentes trabaja cada fórmula. Por ejemplo, en Aveda la línea de alto rendimiento Botanical Repair se ha desarrollado para conectar, multiplicar y crear nuevos puentes de hidrógeno en el cabello, que representan alrededor de un 80% de todos los enlaces”.
Algunas marcas, como Elvive o Redken, han incorporado a su tecnología de reparación de enlaces ingredientes como el ácido cítrico, “que contrarresta los efectos alcalinos de procesos como la decoloración. Además de fortalecer los enlaces capilares, estas fórmulas equilibran el pH del cabello y acondicionan intensamente los cabellos exigentes y procesados”, explica Lucía Neves, directora de educación de Redken España y Portugal.
Recuperar la fuerza
Da lo mismo si te has decolorado o si tu pelo es demasiado poroso, la tecnología bond está indicada para todo tipo de cabellos y texturas, afirma Neves, quien señala que funciona especialmente bien en los cabellos con cierto grado de sensibilidad y desgaste de la fibra capilar. Natalia Prage añade que “en general, las tecnologías de puentes deben acompañar los tratamientos químicos que hacemos en los salones, como una coloración agresiva, decoloración, permanentes, alisados...”. Pero, por otro lado, estos tratamientos ayudan mantener la fuerza y resistencia de los cabellos dañados por factores físicos, térmicos y ambientales. Los cabellos rizados y muy rizados también son buenos candidatos para beneficiarse de estas tecnologías.
Como en todo tratamiento, para optimizar los resultados, ambas expertas recomiendan un diagnóstico profesional previo para evaluar sus auténticas necesidades. Prager subraya la importancia de “ver la condición del cabello, elasticidad, porosidad y analizar el estilo de vida de cada uno” para elegir los productos correctos, ya que muchas personas no saben si tienen el cabello dañado o seco y, por lo tanto, no encuentran los productos adecuados. De ahí el papel clave de buen profesional-experto en cabello”.
Entre las ventajas de esta tecnología de puentes, la portavoz de Redken destaca por ejemplo la reducción de puntas abiertas, “visible desde el primer tratamiento” y Prager menciona “el mayor rendimiento y durabilidad de los tratamientos”. La duración de los efectos, aclara la portavoz de Aveda, va a depender de la condición inicial del cabello y del mantenimiento en casa. “Un tratamiento profesional (en salón) como botanical repair puede durar 3-4 semanas pero sus resultados se extienden con el uso de los productos adecuados en casa y una rutina muy específica personalizada. Pero si la persona aplica productos que no funcionan y su rutina no es corrrecta, entonces, sus efectos durarán menos. E insiste que después del tratamiento profesional es fundamental salir del salón con los productos adecuados de mantenimiento en casa y unas pautas nuevas: “Qué dejar hacer a tu cabello y que empezar hacer, desde la frecuencia de los lavados hasta cómo desenredar, minimizar el uso de herramientas térmicas o cuidar el cabello a la hora de dormir para reducir la fricción entre las hebras etc…”. Y puntualiza: los milagros no existen.
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