Si pensabas que secar el pelo al aire era bueno, estabas equivocada...

El exceso de humedad puede provocar lo que se conoce como 'fatiga higral'. Un fenómeno que se traduce en mayor encrespamiento, riesgo de rotura e, incluso, falta de volumen. Te contamos cómo evitarla sin caer en un uso excesivo de las herramientas de calor.

Modelo con pelo mojado
Modelo con pelo mojado / iStock

Si hablamos de pelo, el mundo se divide entre quienes no pueden vivir sin su secador (y probablemente, sin su plancha) y quienes no se acuerdan de él más que de cara a un evento. Además, es bastante frecuente que las que apuestan por secar su cabello al aire piensen que evitan los daños del secado 'artificial'. Si bien sabemos que las fuentes de calor pueden dañar la cutícula capilar, sobre todo a partir de los 50º (un secador suele alcanzar los 55º), dejarlo excesivamente mojado puede ser igualmente contraproducente. La culpa la tiene un fenómeno conocido como fatiga higral. "Al dejar el pelo secar al aire, se produce un exceso de humedad en su interior. Esta tensión dentro del cabello conduce a movimientos de contracción y relajación que hacen que la cutícula se levante y el córtex -o parte interna- quede expuesto. No solo notaremos mayor encrespamiento por el mayor roce entre los cabellos, sino que también aumenta el riesgo de rotura y fragilidad", explica Clara Fernández, farmacéutica y divulgadora desde su cuenta de Instagram @holisticmango.

Conchi Arias, fundadora de Campos Curlyhair (Granada), compara ese daño cuticular con el que sucede en la ropa mojada durante mucho tiempo. Y añade que "un exceso de agua puede romper el equilibrio de la microbiota del cuero cabelludo". La falta de volumen es otra consecuencia bastante frecuente y que puede ser más visible en pelos rizados, "donde el rizo se descuelga más por el peso del agua", apunta Conchi Arias, quien se define como "fiel defensora de que el cabello y el cuero cabelludo no estén mojados durante más de una hora para evitar todos esos problemas".

El secado ideal

El dilema es que, como decíamos, las herramientas de calor no son precisamente grandes aliadas de una melena saludable. Clara Fernández subraya que "para evitar la fatiga higral no es necesario secar el pelo en un 100%". "Lo que sí recomendaría es hacerlo en dirección de la cutícula, desde arriba hacia abajo, para que ésta quede más sellada y el cabello refleje más luz", aconseja. En cuanto al cómo, es importante hacerlo a unos 10-15 cm de distancia con una temperatura media (mejor, menos de 50º) y en movimiento o alternando golpes de aire frío y caliente. Otra opción, especialmente para los cabellos finos, sería centrarse en las raíces, aplicando el aire en esta zona hasta que esté prácticamente seca.

Otro aspecto importante cuando hablamos de cabello mojado es la aplicación de productos de tratamiento como las mascarillas. Ambas expertas recuerdan que es esencial retirar el exceso de agua antes de aplicarla. "Para así garantizar que los activos penetran más en la fibra y no se diluyen con facilidad al escurrirse por acción del agua", especifica Clara. Si usas acondicionador sin aclarado o leave-in también deberías tenerlo en cuenta. Eso sí, "no dejaría el cabello muy seco porque algunas mascarillas son demasiadas densas y se quedarán adheridas a la cutícula", advierte la fundadora de Campos Curlyhair. Una vez más, la virtud está en el término medio.

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