Las mechas babylights de la princesa Leonor con las que ha dado un extra de luz a su melena
La princesa Leonor ha presumido en su graduación de un cabello rubio luminoso como recién salido de la playa.
La princesa Leonor ya se ha graduado en el UWC Atlantic College- (y sus reglas como dejar el móvil y "el Rolex" en casa). Lo ha hecho junto a sus compañeros de promoción en una ceremonia de carácter familiar a la que no faltaron ni su hermana la infanfa Sofía ni sus padres, doña Letizia y don Felipe.
La hija mayor de los reyes fue la gran protagonista de la jornada no solo por la importancia de este momento sino también por el insólito look escogido para la ocasión. Había mucha expectación por ver qué elegiría la princesa para recoger su diploma y finalmente fue un vestido esmoquin en rosa fucsia con originales mangas de la marca Apparentia lo que lució con unas sandalias doradas y un bolso a juego, ambos de otra marca española como es Mint & Rose.
Aunque si hay algo que llamó la atención de la imagen de la princesa Leonor fue su pelo. La heredera al trono presumió de larga melena suelta, la cual se mostraba de lo más luminosa fruto de su color rubio natural potenciado con mechas babylights. Esta técnica resulta ideal darle un extra de luz a tu melena sin tener que teñirse de forma completa ya que consiste en marcar pequeños focos de luz en el pelo, aclarando sutilmente la base, dejando un resultado muy natural que ayuda a suavizar y rejuvenecer los rasgos.
Su objetivo es imitar a los reflejos que deja el sol en el pelo en los bebés -de ahí su nombre- y lo logra de manera menos evidente que las californianas. Esta es la principal razón por la que son las mechas más demandadas en las peluquerías a cualquier edad.
Cómo se hacen las mechas baby lights
Lo primero que se hace es coger mechones muy finos con los que se va trabajando con una brocha o un cepillo experto, siempre de la raíz a las puntas, siguiendo la técnica 'balayage'. Debe quedar un degradado integrado en la melena para que no resulte para nada artificial. Es por eso que hay que tratar de imitar al máximo el color natural y simplemente buscar distintos matices para crear un poquito más de contraste.
Su poder de adaptación es increíble tanto en rubias como la princesa Leonor como en morenas y, dado que se trata de un cambio de look tan sutil, es perfecto para quienes son amantes de los estilismos clásicos y se muestran reacias a las transformaciones radicales.
Eso sí, para que el resultado sea el esperado, es fundamental hidratar el pelo a menudo porque las coloraciones siempre terminan secando las puntas y retocar las mechas en dos o tres meses para que no se pierda ese brillo natural.
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