Una parada deliciosa en la ruta de Restaurantes contra el Hambre: el peruano Aklla de Eloísa Vereau
El restaurante peruano Aklla nació con los programas de promoción del empleo y el emprendimiento de Acción contra el Hambre. Así se gestó un negocio que hoy es de referencia.
Más de 400 establecimientos que permiten recorrer la península comiendo de norte a sur y de este a oeste componen la ruta de 'Restaurantes contra el hambre', la iniciativa promovida por Acción contra el Hambre que cuenta con la estrella Michelin Susi Díaz, de La Finca, como gran embajadora.
Con esta propuesta, varios restaurantes de toda España ofrecen platos solidarios con el fin de implicar a su clientela y recaudar fondos para la lucha contra el hambre y la exclusión social en España.
Hacemos parada estratégica en uno de ellos, el restaurante especializado en comida peruana Aklla, en Madrid, comando por la también peruana Eloísa Vereau. Y que reúne todo el espíritu solidario que inspiró su creación (porque surgió gracias a los programas de promoción del empleo y el emprendimiento de la ONG, y ahora ofrece un plato solidario delicioso para ayudar a otros.
Hablamos con Eloísa Vereau, fundadora de Aklla (Madrid).
¿Cómo empezó y se gestó Aklla?
Buscando la forma de cómo orientarme para poder llevar a cabo mi objetivo de abrir un restaurante, di con Acción contra el Hambre. La conocí antes de la pandemia pero la pandemia fue lo que hizo que me atreviese a emprender. Acción contra el Hambre me dio la maravillosa oportunidad de tener lo que tengo ahora.
¿Por qué un restaurante peruano?
En primer lugar, quería brindar algo que yo sabía hacer y era la cocina. Además, me llamaban la atención las tapas aquí en Madrid, porque es algo que no hay en mi país, Perú. Entonces surgió la idea de ofrecer comida peruana en tapas, en pequeñas raciones donde la gente puede degustar toda la comida peruana, sobre todo, una comida casera.
¿Cuál es tu plato solidario?
Mi primer plato solidario ha sido lomo salteado de pollo y en el mes de noviembre, la causa limeña. Ambos son platos peruanos tradicionales y especialidades de la casa, comida muy casera y que la gente aprecia mucho. Además, están hechos con ese cariño que caracteriza a todos los platos de Aklla.
¿Quién es tu público?
He abierto las puertas de este restaurante con mucho cariño y mi público es cualquier persona que quiera degustar la comida peruana en formato de tapas. Tapas en las que quiero transmitir la inclusividad. Quiero que vengan españoles, peruanos, colombianos, franceses, japoneses,… porque para mí es un orgullo que vengan a probar la comida que brindo y, sobre todo, que les guste. Me siento orgullosa porque el local es pequeño, sencillo, humilde,… y esa humildad y el cariño que les brindo creo que hace que la gente que viene se sienta como en casa.
¿Por qué oímos tanto últimamente que la cocina peruana es la mejor del mundo?
La cocina peruana es un fenómeno en el mundo gastronómico por la diversidad de los ingredientes naturales que tiene Perú –costa, sierra y selva– y porque es una mezcla de muchas culturas: nuestra cultura, que es la indígena, y también la de los españoles, la cultura africana, japonesa, china... También los italianos.
¿Cómo evoluciona la cocina peruana fuera de su país?
La cocina peruana ha tenido un gran recorrido por sus sabores únicos y la variedad de sus ingredientes. Precisamente en España se han abierto muchos restaurantes peruanos, no solo ofreciendo platos tradicionales, sino también platos modernos, creativos, que han permitido que la cocina peruana se mantenga viva y siga evolucionando.
¿Qué es lo que pueden encontrar los comensales en tu restaurante y qué no?
Los comensales pueden encontrar en Aklla comida casera, fresca, que está hecha con mucho cariño. No van a encontrar comida que no tenga autenticidad y respeto hacia los ingredientes, tampoco comida gourmet, porque yo doy lo que sé y lo que me sale del alma. No van a encontrar frialdad ni indiferencia, sino todo lo contrario, van a encontrar cercanía.
¿Eres tú también consumidora de Restaurantes contra el Hambre? ¿Cuál es la ruta perfecta?
He podido ir al Mercado de San Leopoldo y degustar las croquetas, que son uno de los platos solidarios que ofrecen, y he ido con mi familia también a colaborar. Estoy tratando de consumir un poco también de lo que ofrecen otros restaurantes y de esa manera ayudar también con los restaurantes que contribuyen a esta acción noble contra el hambre.