Te descubrimos los mercadillos navideños de Budapest
La capital húngara tiene el encanto de un cuento navideño, con innumerables mercadillos como el de la Basílica, el mejor de Europa en 2024.
Hay muchas razones para visitar Budapest, un destino de moda durante todo el año que en esta época se convierte en un escenario mágico -y blanco si ha nevado, lo más probable-. Sus puentes colgantes unen la montañosa y tranquila Buda con la plana y bulliciosa Pest, dos ciudades hasta 1873, con majestuosos palacios y edificios de la época del imperio austrohúngaro.
Budapest es una de las tres capitales imperiales con más historia y belleza, junto a Praga y Viena, y en invierno atesora concurridos mercadillos navideños con luces brillantes, aromas tentadores y puestos de artesanía húngara que se extienen por la ciudad.
Mercado de la Basílica de Adviento
El mejor mercadillo navideño de Europa de 2024, según la votación anual de European Best Destinacions, se encuentra frente a la Basílica de San Esteban, sobre la que se proyecta un espectáculo de luces en 3D cada media hora que ambienta la zona. Es el lugar perfecto para hacer un alto en el camino durante la ruta por la ciudad y probar las especialidades culinarias en los puestos de comida que salpican su recorrido, donde sirven su famoso gulash especiado, salchichas húngaras, rollitos de col y dulces de antigua tradición que se asan a la vista en espirales. Que no falten un vino Tokaji, blanco y dulce, la joya enológica del país, un ‘hot wine’ o un buen chocolate caliente.
Shopping en la plaza Vörösmarty.
Antes o después de callejear por el centro, hay que perderse entre las casetas dispuestas en forma circular alrededor de la plaza Vörösmarty, donde encontrarás los puestos de artesanos más bonitos para comprar recuerdos inolvidables, decoración navideña (imposible resistirse a las piezas de cerámica de todos los colores y formas), madera tallada o textiles. Además, se puede disfrutar de música en directo o espectáculos de danza tradicional. La magia navideña continúa en el parque Városháza, la plaza Erzsébet, el edificio Bálna -con una pista de patinaje y conciertos- y en la Plaza de la Ciudad.
Reserva tiempo para combatir el frío mientras vives una experiencia que es una tradición: acudir a uno de sus muchos baños termales. Budapest está considerada la capital europea de los spas, algunos de ellos exteriores en el interior de palacios, como el más antiguo (y frecuentado) de la ciudad, el Széchenyi Thermal Bath, donde de día se juega al ajedrez y los fines de semana son puntos de ocio para los jóvenes.
Más cosas para hacer: una visita interesantísima al Parlamento, que por la noche iluminado resulta aún más majestuoso, un paseo nocturno por el Danubio y para acabar una copa en alguno de los pintorescos ‘ruin bars’ del barrio judío.
Alojarse en un palacio
La experiencia se completa si te alojas un auténtico palacio inspirado en la Emperatriz Sissí, el Áurea Ana Palace Hotel. Un 5 estrellas muy bien ubicado, junto al Parlamento y otros puntos de interés, como la avenida Andrássy, el Castillo de Buda o elegantes cafés como el New York Café.
Bajar a desayunar después de descansar en una de sus amplias habitaciones es un auténtico lujo. Un delicioso buffet con platos a la carta te espera en un salón presidido por un enorme cuadro de Sissí en el que es posible sentir los pasos de baile que daba aquí la emperatriz más querida por los húngaros. Y para relajarse, cómo no en esta ciudad, el spa del Áurea Ana Palace, uno de los establecimiento de la colección Áurea Hotels, todos emplazados en edificios históricos con un legado histórico y artístico que te conectan con el destino.
https://www.aureaanapalacehotel.com
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