Patti Smith, 75 años y una vida dedicada a la poesía y al misticismo
Estos son los libros de la artista que deberías leer (al menos) una vez en la vida
Tal día como hoy, en 1946, nacía una de las artistas más queridas, respetadas y celebradas en todo el mundo, Patti Smith. Enigmática, icónica, humana, son muchos los adjetivos con los que se podría describir a la artista estadounidense, pero hay uno en el que coincide la mayoría que ha tenido un mínimo acercamiento a su obra literaria o musical y es el de feminista. A lo largo de su trayectoria, la autora de Easter ha demostrado a través de su personalidad y la forma de impregnarla en su obra que bien se podría ajustar a esa definición.
Sin embargo, si hay algo que marca su figura es la imposibilidad de colocarle cualquier tipo de etiqueta y eso mismo se ha esforzado en demostrar. Son tantas las disciplinas artísticas en las que se mueve, de la literatura a la poesía, pasando por la música y la fotografía, que el hecho de solo definirla con una única palabra supondría desmerecer su figura. Y es que, a pesar de que se la suele reconocer por haberse convertido en un icono del Women Power, ella nunca se ha visto reflejada en el feminismo como movimiento social.
Simplemente, ha sido, es y será lo que siempre ha deseado ser y gran parte de lo que hoy conocemos como leyenda ha nacido de su afán por ser diferente del resto e ir en contra de los estereotipos de género. Sin ir más lejos, el peinado que lució en su álbum debut, Horses (1975) lo sacó del guitarrista de The Rolling Stones Keith Richards. Ese detalle, junto con la pose con actitud decidida y empoderada, así como el traje masculino con el que desafía esos convencionalismos, se convirtió en su portada definitiva y en una de las más celebradas de la historia de la música.
De ese modo, convirtió su poesía en música con una energía desbordada y sin miedo a ser criticada por los temas que marcaban la pauta de sus letras. Basta con escuchar los primeros versos de la canción Gloria: In Excelsis Deo, para ver cómo desde el principio quiso dejar huella en la industria y enfrentarse a la tradición misógina de la cultura: Jesus died for somebody's sins but not mine ("Jesús murió por los pecados de alguien, pero no por los míos"), lamenta para arrancar su primer trabajo.
A lo largo de su carrera ha publicado otros álbumes recomendables a todo aquel que quiera conocer la música donde el contenido busca superar la belleza de la forma, como son Radio Ethiopia, Easter, Wave, Gone Again o Banga, pero muchos de sus adeptos lo son principalmente por su trabajo literario. ¿Y qué mejor que conocer la vida de la artista a través de sus propias palabras? Recomendamos cinco títulos que no deben faltar en tu colección si quieres conocer realmente hasta dónde ha llegado el talento de Patti Smith.
1. Éramos unos niños
Todo aquel seguidor o amante de la música y la lectura coincidirá en que este es el libro definitivo de Patti Smith. Centrado principalmente en la relación de amistad, más tarde amorosa y aún más tarde, de nuevo, amistosa con Robert Mapplethorpe (con el tiempo, descubrió que le gustaban los hombres), narra cómo fueron sus primeros días en Nueva York y el modo en que conectó con la cultura bohemia. A pesar de que no fueron pocas las situaciones indeseables a las que tuvo que hacer frente (desde dar en adopción a su hija a dormir en la calle), presenta un relato muy fiel de lo que era el Hotel Chelsea, donde coincidió con artistas como Bob Dylan y Janis Joplin.
2. Patti Smith: She Has The Power
La ilustradora Ana Müshell presenta la obra pictórica de la autora de Birdland a través de los personajes que han influido en su vida personal y profesional. Desde Arthur Rimbaud (desde que conoció su obra Iluminaciones, jamás se ha separado de ella), hasta los poetas de la Generación Beat, Simone de Beauvoir o Leonard Cohen, todos sus héroes se dejan caer en estas páginas, donde no faltan anécdotas curiosas y para muchos, desconocidas. Momentos relevantes en su vida profesional, como la gira que hizo junto a Bob Dylan, Paradise Lost, son algunos de los detalles que la ilustradora trata con mimo y respeto desde la presentación de la cantante.
3. M Train
Este quizá sea el libro más maduro de la artista, ya que se basa en sus diarios escritos a lo largo y ancho del planeta. Para sentarse a expresar lo que piensa y siente, la autora solo necesita una pequeña mesa en una cafetería un un café negro. Entonces, como resultado obtenemos una colección de experiencias personales cuyo punto inicial se sitúa en el Greenwich Village de Dylan, en Nueva York. Se puede leer como complemento de Éramos unos niños, ya que si entonces se centraba en los primeros sabores de la libertad, en M Train introduce al lector en la América de la segunda mitad del pasado siglo.
En sus páginas no faltan referencias a sus héroes personales, como Roberto Bolaño o Robert Mapplethorpe, autor de la portada de Horses, ni tampoco muestra reparo en el momento de hablar de su vida personal. Por eso, recuerda a su marido Fred Sonic Smith, guitarrista de MC5 y fallecido en 1994, así como de su retiro para dedicarse a sus hijos y el regreso a los escenarios tras la muerte del amor de su vida. Una delicia pasar por los que hasta entonces eran sus secretos.
4. Devoción
Muchos coinciden en que este no es precisamente el mejor título de Patti Smith, pero lo cierto es que solo por cambiar su línea habitual debíamos incluirlo entre estos cinco imprescindibles. Esto se debe a que, en lugar de narrar en primera persona como había hecho con obras anteriores, en Devoción Patti Smith cuenta una historia en tercera persona y, además, se traslada de su ambiente habitual en Estados Unidos hasta la capital francesa.
El pesimismo y la nostalgia son dos de las bases sobre las que se cimenta este libro inspirado en la ciudad en la que vivió junto a su hermana alrededor de los nueve meses en pleno 1968, cuando ambas se dedicaban a las performances callejeras y a visitar los cafés donde los intelectuales abrían debate cada tarde.
5. El año del mono
Con El año del mono, la artista vuelve al relato en primera persona con una historia que arranca en la Nochevieja de 2015, cuando llega al Dream Motel tras concluir un recital en la sala Fillmore de San Francisco. Debido que su cumpleaños es el 30 de diciembre, se planta con 70 años y su Polaroid en una ciudad desierta el día de Año Nuevo. A pesar de la paz que pueda ofrecerle el entorno, la cantante debe enfrentarse a la difícil situación de ver a su productor y amigo, Sandy Pearlman, entubado y en coma durante dos días.
Fue precisamente él quien le sugirió que montara una banda de rock con la que poder trasladar sus versos a canciones, de modo que esta situación le lleva a repasar su vida como artista en diferentes puntos de Estados Unidos, a través de un viaje por la Costa Oeste, el desierto de Arizona y Manhattan. Es capaz de recordar cada uno de sus pasos por esos lugares de forma realista, así como añadir pasajes inventados que bien podrían tratarse de experiencias personales llenas de magia.