¿Internet ha hecho que nos deje de gustar ir de compras?

La comodidad de la compra online empieza a desterrar las tardes de compras

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Haz memoria: ¿cuándo fue la última vez que fuiste de compras? En el sentido estricto de la palabra: te pasaste una mañana o una tarde entera mirando tiendas, ojeando los escaparates y cargando un par de bolsas con tus nuevas adquisiciones. Seguramente ahora visitas más las tiendas de ropa para ir a buscar ese paquete que has comprado online (o bien devolverlo) que para ir a comprar la ropa allí físicamente.

No son pocos los vídeos de tiktokers que nos hacen su haul de alguna tienda y nos comentan que esperan que la ropa les quede bien porque la han comprado online. La realidad es que es innegable que es mucho más cómodo aprovechar el trayecto del metro o las horas muertas en el curro para mirar online las novedades de tu tienda favorita, que ir expresamente al centro de la ciudad (o donde sea) para comprar la ropa.

Incluso la idea de ir físicamente a comprar ropa se hace farragosa. Especialmente en las grandes ciudades donde ya te agobias con las colas del probador un sábado cualquiera. Las cuales, en gran parte, están engrosadas por hordas de turistas.

Pero comprar por internet ya no solo se ha convertido en una acción estimulada por la comodidad, sino también por el FOMO. Sí, el miedo a perderte las novedades o bien que ese vestido que se ha viralizado en Tiktok se agote antes de tiempo. No tienes una tarde para ir de tienda en tienda buscándolo, pero sí cinco minutos para entrar en la app y, con suerte, comprarlo en tu talla.

Ir de compras era una actividad socializadora. Quedar una tarde con tus amigxs para mirar ropa y estar hablando de vuestras cosas. Vale que era una forma de ocio construida en torno al consumismo, pero con la popularización de comprar por internet esto ha desaparecido. Comprar ha dejado de ser un acto social, para ser algo individual y aislado. La verdad es que en las futuras películas y series puede que desaparezca esa famosa escena de las tres amigas yendo de compras para ayudar a una a elegir modélito para su cita.

Que decaiga incluso el tiempo para consumir es síntoma más de una sociedad donde predomina lo instantáneo, o al menos la ficción de ello, pues comprando por internet no se materializa la ropa el mismo día. Realidad que plantea si también nuestra manera de entender la moda de cada vez se ve más regido por las microtendencias.

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