Tres trucos infalibles para maquillar la piel grasa y evitar los brillos

Con estos ‘tips’, conseguirás que tu maquillaje permanezca intacto durante mucho más tiempo.

¿Tienes la piel grasa pero no toleras el ácido salicílico? Estos son los ingredientes y productos que debes incluir en tu rutina

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La piel grasa puede suponer todo un reto a la hora de maquillarse. Y es que, el exceso de sebo que se genera a lo largo del día no solo provoca brillos indeseados, sino que también puede hacer que el maquillaje se emborrone o vaya perdiendo su frescura con el paso del tiempo. Sin embargo, con las técnicas y productos adecuados, es posible controlar estos efectos y conseguir un acabado impecable que dure horas. Así que, no desesperes porque, por complicado que pueda parecer, hay ciertos "tips" a la hora de maquillarte, que van a ayudarte a mantener ese acabado "flawless". Toma nota porque estos son los 3 trucos infalibles para conseguirlo, ¿preparada para lucir un "look" perfecto que resista todo el día?

1. Prepara tu piel con productos específicos

Como ocurre, en realidad, con cualquier tipo de piel, el secreto para conseguir un maquillaje radiante, reside en llevar a cabo una buena rutina de cuidado facial. Es crucial utilizar un limpiador adecuado para piel grasa que elimine el exceso de sebo sin resecar, seguido de un tónico astringente que ayude a cerrar los poros y controlar la producción de grasa.

Tras esto, es clave aplicar un "primer matificante", ya que su función principal es crear una barrera entre la piel y el maquillaje, absorbiendo el exceso de sebo y evitando que los brillos aparezcan tan rápido. Además, ayuda a que la base se adhiera mejor y se mantenga en su sitio durante más tiempo. Eso por no hablar de que, un buen "primer", también puede minimizar la apariencia de poros dilatados, lo que mejora la textura general de la piel.

2. Elige una base de maquillaje "oil-free" y de larga duración

El tipo de base de maquillaje que elijas es esencial cuando se trata de controlar los brillos en pieles grasas (o mixtas). Opta siempre por productos "oil free", es decir, libres de aceites, y que tengan un acabado mate. Estas bases están formuladas específicamente para controlar el exceso de grasa, dejando un acabado aterciopelado y evitando el temido efecto "bombilla".

Otro aspecto importante es que la base sea de larga duración, ya que están ideadas para resistir la grasa y mantenerse intactas a lo largo del día. Eso sí, te recomendamos que evites las bases demasiado densas que pueden crear un efecto máscara y opta mejor por aquellas qeu tengan una cobertura modulable.

Para que el resultado quede más natural, lo mejor es aplicar la base con una esponja húmeda, presionando siempre el producto en lugar de arrastrarlo.

Estos polvos no solo fijan la base y el corrector en su sitio, sino que también absorben el exceso de sebo a lo largo del día. Apuesta por polvos sueltos, ya que tienden a ser más ligeros que los compactos, y aplícalos con una brocha de poca densidad en las zonas más propensas a que aparezcan estos brillos, como la frente, la nariz y el mentón. Asegúrate de no exagerar en la cantidad, ya que, si te pasas, solo vas a conseguir un aspecto acartonado.

Un truco "extra" para mantener los brillos a raya mientras estás fuera de casa es llevar siempre contigo papel matificante. Para usarlo, únicamente tienes que presionar el papel suavemente sobre las zonas clave y verás cómo eliminan el exceso de grasa sin necesidad de aplicar más productos.